11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

estaba demasiado entusiasmado como para serbueno. Pero comprendió que tenía la posibilidadde ser, en ese trabajo, no simplemente bueno sinograndioso, y bastó esa noción para ponerlo en laluna llevado por una nube de euforia. Al mismotiempo, comenzaba a comprender el gran principioque mueve al universo, al menos, esa parte deluniverso que se relaciona con las carreras y con eléx<strong>it</strong>o: uno encuentra al tío loco que andabacorriendo por dentro, de uno, arruinándole la vida;lo persigue hasta un rincón y lo atrapa. Pero no lomata, ¡oh, no! La muerte es demasiado piadosapara bichos como ese pequeño bastardo. Se le poneun arnés y se empieza a arar. Una vez que uno lotiene entre las varas, ese tipejo loco trabaja comoun demonio. Y le proporciona a uno unas cuantasdiversiones, de vez en cuando. A <strong>eso</strong> se reducíatodo, en realidad. Y con <strong>eso</strong> bastaba.Él había sido divertido, claro que sí: una risapor minuto. Pero al final había dejado atrás laspesadillas que formaban el lado oscuro de todasesas risas. Al menos, <strong>eso</strong> creía. Hasta esemomento. momento en el que la palabra adultodejaba, súb<strong>it</strong>amente, de tener sentido a sus propiosoídos.Y allí tenía algo más con que entenderse o almenos algo sobre lo que pensar: allí estaba laestatua, enorme y totalmente idiota, de PaulBunyan, frente al Centro Municipal.993

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!