11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

fresca y azotó su estómago como un estallido delava. Henry se estremeció, gimiendo... pero luegose sintió un poco mejor, algo más conectado con elmundo.—Gracias.Belch giró la cabeza hacia él. Sus tendoneshacían ruido, como las puertas al girar sobregoznes herrumbrados. Lo miró por un momento,con su ojo único y muerto. Sólo entonces notóHenry que le faltaba casi toda la nariz. Al parecer,algo se había ensañado con él. Un perro, tal vez.Quizá ratas. Los túneles por donde habíanperseguido a los niñatos, aquel día estaban llenosde ratas.Con la misma lent<strong>it</strong>ud, la cabeza de Belchvolvió a enfocar la carretera. Henry se alegró de<strong>eso</strong>. Belch lo había mirado de una manera que nollegaba a entender. Había algo en ese ojo hundido:reproche, enfado, ¿qué?"Hay un chico muerto al volante de este coche."Henry se miró el brazo y vio que tenía carne degallina. Tomó apresuradamente otro trago de labotella, que cayó con más suavidad y esparció sucalor con más ampl<strong>it</strong>ud.El Plymouth bajó por Up–Mile Hill y giró en larotonda, en sentido inverso a las manecillas delreloj... sólo que a esa hora de la noche no habíatráfico y todos los semáforos parpadeaban enamarillo salpicando las calles vacías y los edificios1649

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!