11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

terminá–bamos.—¿Quién ganó? –preguntó Sharon, sonriendo alos amigu<strong>it</strong>os de su hijo con ojos brillantes."La niña será muy bon<strong>it</strong>a –pensó–.Probablemente dentro de uno o dos años nopodremos dejarlos solos si hay niñas en el grupo.Pero por el momento es demasiado pronto paraque el sexo despierte."—Ga–ganó St–Stan –dijo Bill–. Los ju–judíosson estu–estupendos cuando s–s–se trata de hacerd–d–di–nero.—¡Bill! –exclamó ella, horrorizada yenrojeciendo.Y tuvo que mirarlos a todos, asombrada,porque estaban aullando de risa, incluido Stan. Elasombro se convirtió en algo parecido al miedo(aunque nada de <strong>eso</strong> diría a su marido más tarde,en la cama). En el aire había una sensación deelectricidad estática, sólo que mucho más poderosay atemorizante. Tuvo la impresión de que si tocabaa cualquiera de <strong>eso</strong>s niños recibiría una tremendadescarga."¿Qué les ha pasado?", pensó, espantada. Talvez hasta abrió la boca para decir algo así. Pero Billya estaba pidiendo disculpas, aunque con un fulgortravi<strong>eso</strong> en los ojos, y Stan aseguraba que noimportaba, que era sólo un chiste. Y ella se sintiódemasiado confundida. Prefirió no decir nada.1475

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!