11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

contaba con los dedos de una mano; en su mayoríase reducían a astillas afiladas como dardos. Elempapelado (guirnaldas de rosas y elfos congorros, como en el vestibulo) estaba salpicado deagujeros en todas las paredes. Parecían disparos defusil, pero Ben comprendió que eran troc<strong>it</strong>os deporcelana empotrados en las paredes por la fuerzade la explosión.Había allí una bañera, levantada sobre patasque im<strong>it</strong>aban zarpas con mugre de generacionesincrustada. Ben le echó un vistazo y vio, en elfondo, un residuo de sal<strong>it</strong>re y mugre. Desde arriba,una ducha herrumbrada miraba hacia abajo. Habíaun lavabo y un botiquín torcido con los estantesvacíos. En <strong>eso</strong>s estantes, allí donde habían estadolos frascos, había pequeños anillos de herrumbre.—¡Yo no me acercaría demasiado, Gran Bill! –señaló Richie.Ben se volvió a mirar. .Bill se estaba acercando al hueco abierto en elsuelo donde había estado en otro tiempo elinodoro. Se inclinó hacia él... y giró hacia los otros.—¡S–S–se oye un b–b–bombeo demaqmaquinaria, como en Los Barrens!Bev se acercó más. Ben la siguió. Sí, se oía elpalp<strong>it</strong>ar constante. Sólo que así, retumbando porlas tuberías, no se parecía al ruido de unamaquinaria, sino al de un ser vivo.1503

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!