11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Los tres habían estado riendo mientras castigabana Adrian–. ¡Al agua con este marrano!—¡Al agua, al agua, al agua! –rep<strong>it</strong>ió Dubay,riendo.—Socorro –volvió a decir la vocec<strong>it</strong>a. Y aunqu<strong>eso</strong>naba grave, se rep<strong>it</strong>ió aquella ris<strong>it</strong>a aguda. Eracomo la voz de un niño que no puede contenerse.Hagarty bajó la vista y vio al payaso. Fue en esepunto cuando Gardener y Reeves comenzaron adudar de cuanto Hagarty decía, pues el resto fue undelirio de lunático. Más tarde, sin embargo, HaroldGardener vaciló. Al descubrir que el muchachoUnwin también había visto a un payaso (al menos,<strong>eso</strong> decía), tuvo sus dudas. Su compañero no lastuvo; al menos, jamás las reconoció."El payaso –dijo Hagarty–, parecía una mezclade Ronald Mcdonald y Bozo, aquel viejo payaso dela tele"; al menos, <strong>eso</strong> pensó en un principio. Eranlos mechones color naranja los que le llevaban aesa comparación. Pero más tarde, al pensarlomejor, se dijo que el payaso no se parecía aninguno de aquellos dos. La sonrisa pintada sobreel maquillaje blanco no era color naranja sino rojo,y sus ojos despedían un extraño brillo plateado.Lentes de contacto, quizá... Pero una parte de élhabía pensado entonces, y seguía pensando, que talvez aquellos ojos eran realmente color de plata.Llevaba un traje abolsado, con grandes botones56

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!