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it-eso-stephen-king

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Derry y no sabe que, en otros tiempos, hubo unabarraca "especial" para soldados rasos en la viejabase aérea de Derry, una barraca s<strong>it</strong>uada casi a unkilómetro del resto de la base y que, en m<strong>it</strong>ad delinvierno, cuando la temperatura rondaba los veintegrados bajo cero y con un viento de sesentakilómetros por hora aullando por esas pistas ybajando la sensación térmica a algo increíble, esekilómetro de más se convertía en algo capaz deprovocar congelamiento y hasta la muerte.Las otras siete barracas tenían calefacción apetróleo, ventanas reforzadas y aislamientotérmico. Eran abrigadas y cómodas. La barraca"especial", que albergaba a los veintisiete hombresde la compañía E, era calentada por una antiguacaldera de leña. El único aislamiento térmico era lapila de ramas de pino y abeto que los hombresponían alrededor. Uno de los hombres consiguió,cierta vez, todo un juego de ventanas reforzadas,pero los veintisiete ocupantes de la barraca"especial" fueron enviados a Bangor, ese mismodía, para prestar ayuda en la base, y cuandovolvieron, por la noche, cansados y con frío, todasesas ventanas estaban rotas. Todas.Eso ocurrió en 1930, cuando la m<strong>it</strong>ad de lafuerza aérea norteamericana aún se componía debiplanos. En Washington, Billy M<strong>it</strong>chell había sidojuzgado por un tribunal mil<strong>it</strong>ar y degradado apilotar un escr<strong>it</strong>orio debido a su obstinación entratar de formar una flota más moderna y que754

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