11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—N–n–no sé.—Esto no ha terminado, ¿verdad?Bill sacudió la cabeza: ,—Ahora nos perseguirá con saña –dijo Ben.—¿Más balines de plata? –inquirió ella.El gordo descubrió que apenas podía sostenerlela mirada. "Te amo, Beverly... Puedes quedarte conBill, con el mundo entero, con lo que te haga falta.Pero déjame quererte, deja que te siga amando.Creo que me bastará."—No sé –dijo–. Podríamos, pero...Dejó apagar la voz, encogiéndose de hombros.No podía decir lo que sentía; por algún motivo, nolograba sacarlo a relucir: que era como estar enuna película de monstruos, pero no del todo. Lamomia le había parecido diferente, de algún modo,de un modo que confirmaba su realidad esencial.Lo mismo podía decirse del hombre–lobo; él podíaatestiguarlo porque lo había visto en un paralizanteprimer plano que ninguna película, ni siquieratridimensional, había podido perm<strong>it</strong>irle; habíavisto el destello pequeño, anaranjado y fogoso(como un pompón) de sus ojos verdes. Esas cosaseran... bueno, eran sueños convertidos en realidad.Y una vez que los sueños cobraban realidad,escapaban al poder del durmiente y eran cosasmortíferas, capaces de actuar con independencia.Los balines de plata habían dado resultado porque1519

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!