11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Vaya, ¿y <strong>eso</strong>? –preguntó Avarino.—Me parece que ya he hablado demasiado.—Viniste para <strong>eso</strong>, ¿no? –repuso Avarino.—Bueno, sí, pero...—Escucha –dijo Morrison con suavidadsentándose junto a él y ofreciéndole un cigarrillo–.¿Crees que a mí y a Chick nos gustan los maricas?—No sé...—¿Tenemos pinta de que nos gusten losmaricas?—No, pero...—Somos tus amigos, Steve –dijo Morrison–. Ycréeme: tú, Chris y Telaraña neces<strong>it</strong>áis amigos enestos momentos porque mañana los ciudadanos deDerry estarán pidiendo vuestras cabezas.Steve Dubay pareció alarmarse. Avarino, quecasi podía leer la confusa mente de aquelgamberro, sospechó que estaba pensando otra vezen su padrastro. Y aunque Avarino no sentíaningún aprecio por la pequeña comunidad gay deDerry (como cualquier otro miembro de la policía,le habría gustado cerrar el Falcon para siempre),habría sentido un gran placer en llevarpersonalmente a Dubay a su casa. Más aún, lehabría encantado sujetarlo mientras el padrastrose ensañaba. A Avarino no le gustaban loshomosexuales, pero no por <strong>eso</strong> pensaba que se losdebía torturar y asesinar. A Mellon lo habían41

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!