11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

lo habría dicho.—No he decidido nada –mintió ella, sabiendoque todo estaba decidido, aun antes de que esamañana el coche la recogiera para llevarla alestudio.—Ten cuidado, preciosa –dijo Freddie.Audra sintió la fuerza de aquella personalidadque la acosaba exigiéndole que cediera, queprometiera, que trabajara y esperara pasivamenteel regr<strong>eso</strong> de Bill... si no volvía a desaparecer en eseagujero del pasado del que había venido.Se acercó a él y le dio un b<strong>eso</strong> en la mejilla.—Adiós, Freddie.Volvió a su casa y llamó a Br<strong>it</strong>ish Airways. Dijoa la empleada que quería llegar a una pequeñadudad de Maine, llamada Derry. Hubo un silenciomientras la mujer consultaba el ordenador. Luego,la noticia, como señal divina, de que Br<strong>it</strong>ishAirlines, con su vuelo 23, hacía escala en Bangor, asetenta y cinco. kilómetros de distancia.—¿Le reservo un billete, señora?Audra cerró los ojos y vio la cara amable ysevera de Freddie. Le oyó decir: "Ten cuidado,preciosa."Freddie no quería que fuera. Bill no quería quefuera. Entonces, ¿por qué el corazón le gr<strong>it</strong>aba quedebía ir? Cerró los ojos. "Dios, qué liada estoy..."—Señora, ¿aún sigue ahí?1096

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!