11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Te he estado vigilando, Eddie. Te he dichotodo esto porque ya estás en edad de comprender,pero también porque he visto que, por fin, tienesamigos. Son buenos amigos, ¿verdad?—Sí –dijo Eddie.El farmacéutico inclinó la silla hacia atrás,haciéndola crujir otra vez como un grillo, y cerróun ojo. Podía ser un guiño o no.—Y apostaría a que tu madre no les ve conbuenos ojos, ¿verdad?—Le caen bien, sí –protestó Eddie, pensandoen las cosas cortantes que su madre había dicho deRichie Tozier ("Dice palabrotas... y por su alientome doy cuenta de que fuma, Eddie"). Y en sudespectiva recomendación de que no prestasedinero a Stan Uris porque era judío, su antipatíaabierta hacia Bill Denbrought y "ese gordo"–. Legustan mucho, rep<strong>it</strong>ió.—¿De veras? –repuso el señor Keene, todavíasonriendo–. Bueno, puede que tenga razón o no.Pero al menos tienes amigos, Eddie. Quizá teconvenga discutir con ellos este problema tuyo.Esta... debilidad de la mente. Y escuchar qué tedicen ellos.Eddie no respondió. Le parecía mejor terminaresa conversación. Y estaba seguro de que, si nosalía pronto de allí, terminaría llorando.—¡Bueno! —concluyó el señor Keene,1339

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!