11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

encontrar el extremo del cigarrillo. Ella aspiróprofundamente y exhaló un hál<strong>it</strong>o de humo.—¿Qué otra cosa sé de ti? Sé que parecestenerlo todo controlado. Nunca se te ve con prisapor pasar a la próxima copa, a la próxima reunión,a la próxima fiesta. Pareces convencido de quetodo <strong>eso</strong> estará allí... si lo deseas. Hablas despacio.Supongo que es, en parte, por el acento de Maine,pero sobre todo por tu modo de ser. Entre todos loshombres que conozco, fuiste el primero que seatrevió a hablar despacio. Yo tenía que aminorar lamarcha para escucharte. Cuando te miraba, Bill,veía a alguien que jamás corría en la rampa móvil,porque estaba seguro de que la rampa lo llevaría asu destino. Parecía no haberte tocado la histeria yla exageración. No alquilaste un Rolls Royce paralucirlo los sábados por la tarde con tu propionombre grabado en las placas. No tenías un agentede prensa para que hiciera publicar artículos en lasrevistas de cotilleos. Nunca te presentaste en <strong>eso</strong>sprogramas de entrevistas para lucirse.—A los escr<strong>it</strong>ores no los inv<strong>it</strong>an, a menos quesepan hacer trucos con las cartas o algo similar –dijo él, sonriendo–. Es como una ley nacional.así.Pensó que ella también sonreiría, pero no fue—Sé que siempre estuviste a mano cuando teneces<strong>it</strong>é. Cuando salí volando de la rampa móvil.Tal vez me salvaste de tragar la píldora que no229

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!