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it-eso-stephen-king

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—N–n–no sé. Pa–pa–parecía una cocorrea. T–t–tú y Ri–Richie, ayudadme a d–darle la vu–vuelta.Aferraron la tapa y la volvieron como a unamoneda gigantesca. Esa vez fue Beverly quienencendió la cerilla mientras Ben levantabacautelosamente el bolso oculto bajo la tapa. Lomostró sosteniéndolo por la correa. Beverly iba asacudir la cerilla cuando vio la cara de Bill y quedópetrificada hasta que la llama le tocó la punta delos dedos. Entonces la dejó caer con una leveexclamación.—¿Qué pasa, Bill?Los ojos de Bill parecían haber adquirido p<strong>eso</strong>.No podían apartarse de ese raído bolso de cuero yde su larga correa. De pronto recordó hasta elnombre de la canción que estaban em<strong>it</strong>iendo porradio en la tienda donde se lo había comprado aAudra. Era "Sausal<strong>it</strong>o Summer Nights". La rarezasuprema. Su boca se había resecado; la lengua y lacara interior de las mejillas parecían de cromo. Oyólos grillos, vio las luciérnagas, olió el verdor quecrecía alrededor, y pensó: "Es otra triquiñuela, otrailusión; ella está en Inglaterra y esto es sólo ungolpe bajo porque "Eso" está asustado. Tal vez"Eso" no se siente tan seguro como cuando nosconvocó para que volviéramos y en realidad, piensabien: ¿cuántos bolsos de cuero con correas largashabrá en el mundo? ¿Un millón? ¿Diez millones?"1740

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