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it-eso-stephen-king

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hora, tal como lo había hecho todas las nochesdesde la tormenta y la inundación. El despacho delcomisario había sido trasladado desde el segundoal cuarto piso, debajo de una buhardilla donde seguarda todo tipo de registros y artefactos inútiles.Uno de <strong>eso</strong>s artefactos era la silla para vagabundosque he descr<strong>it</strong>o anteriormente en estas páginas. Eledificio acumuló una buena cantidad de aguadurante el diluvio del 31 de mayo y <strong>eso</strong> sin dudadebil<strong>it</strong>ó el suelo del desván (al menos <strong>eso</strong> dice elperiódico). Fuese cual fuese la causa, la silla paravagabundos, que pesa cerca de 180 kilos, cayódirectamente desde el desván sobre el comisario,que estaba sentado en su escr<strong>it</strong>orio leyendo unosinformes. Murió instantáneamente. El oficial BruceAndeen acudió precip<strong>it</strong>adamente y lo encontrótendido entre los escombros, todavía con laestilográfica en la mano.Volví a telefonear a Bill. Audra empezaba acomer algunos alimentos sólidos, según me dijo.Por lo demás, no había cambios. Le pregunté si lode Eddie había sido asma o migraña.—Asma –dijo, sin vacilar–. ¿No te acuerdas desu inhalador?—Claro –respondí, recordándolo. Pero sóloporque Bill lo había mencionado.—¿Mike?—¿Sí?—¿Qué apellido tenía?1945

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