11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

su cara repulsiva. Estiró el hocico y una espumablancoamarillenta le escurrió entre los dientes.Em<strong>it</strong>ió un gruñido aturdidor. Sus brazos sedispararon hacia Beverly, con los puños de suchaqueta de la secundaria recogidos sobre losbrazos peludos. Su olor era caliente, crudo,asesino.Beverly soltó un alarido. Ben la aferró por laparte trasera de la blusa y tiró con tanta fuerza quese le desgarraron las costuras bajo los brazos. Unazarpa barrió el aire allí donde ella estaba unmomento antes. Beverly cayó tambaleándosecontra la pared. La bol<strong>it</strong>a de plata escapó de sumano. Por un momento centelleó en el aire. Mike,más rápido que el relámpago, la cogió de unmanotazo antes de que cayera y se la devolvió.—Dispara, nena –dijo. Su voz sonaba casiserena–. Dispara ahora.El hombre–lobo em<strong>it</strong>ió un rugido que acabó enun aullido escalofriante, con el hocico apuntandoal cielo.El aullido se convirtió en risa. La zarpa seabatió contra Bill, en el momento en que el chico sevolvía para mirar a Beverly. Ben lo apartó de unempellón y Bill cayó despatarrado.—¡Dispara, Bev! –aullaba Richie–. ¡Por Dios,dispara!El hombre–lobo saltó hacia adelante y a Ben yano le cupo duda, ni entonces ni después, de que1506

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!