11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

mano–. He estado tratando de que el concejomunicipal o algún donante particular nosproporcionen efectivo suficiente para ampliar estoy hacer un mural para la biblioteca infantil. Hastael momento no ha habido suerte. Pero es unabuena foto, ¿no?Todos estuvieron de acuerdo. Ben la retuvo pormás tiempo mirándola con fijeza. Por fin dio unosgolpec<strong>it</strong>os sobre el corredor de vidrio queconectaba los dos edificios.—¿Reconoces esto de alguna parte, Mike?El bibliotecario sonrió.—Es tu centro de comunicaciones –dijo, y losseis estallaron en una carcajada.Llegaron los aper<strong>it</strong>ivos. Todos se sentaron.Volvió a caer aquel silencio súb<strong>it</strong>o, incómodo yconfusoSe miraron mutuamente.—Bueno –preguntó Beverly, con su voz dulce,ligeramente ronca–, ¿por qué brindamos?—Por nosotros –dijo Richie.Ya no sonreía. Miró a Bill. Entonces, conabsoluta n<strong>it</strong>idez, Bill vio una imagen de sí mismocon Richie; en medio de Neibolt Street,desaparecido el payaso, el hombre–lobo o lo quefuera, ambos abrazados y llorando. Cuando levantósu copa, le temblaba la mano; parte de su bebidacayó en la servilleta.837

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!