11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

a uno. Si hubiese recordado todo al mismo tiempo,esa fuerza habría sido como un cañonazopsicológico, disparado a dos centímetros de susien: le habría hecho volar la cabeza.—¡Lo vimos llegar! –dice a Mike–. Tú y yovimos cómo llegaba "Eso", ¿verdad? ¿O fui sólo yo?–Coge la mano de Mike–. ¿Tú también lo viste,Mike? ¿El incendio forestal, el cráter?—Lo vi –confirma Mike en voz baja,estrechando la mano de Richie.El otro cierra los ojos por un instante,pensando que jamás ha sentido un alivio tangrande en toda su vida, ni siquiera cuando el jet deLos Angeles a San Francisco patinó en la pista y sedetuvo a un lado sin que nadie saliese herido, sinmás que algunas maletas caídas. Él había saltado altobogán de emergencia y había ayudado a unamujer que se había torcido el tobillo. La mujer reía,rep<strong>it</strong>iendo: "No puedo creer que no haya muerto,no puedo creerlo." Richie, que la llevaba casi envilo con un brazo, mientras hacía señas con el otroa los bomberos, dijo: "Bueno, le diré que estámuerta. Está muerta. ¿Se siente mejor ahora?" Losdos rieron, pero era una risa de alivio. Este alivio,sin embargo, es mayor.¿De qué habláis vosotros dos? –preguntaEddie, mirándolos.Richie mira a Mike, pero el bibliotecario sacudela cabeza.1265

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!