11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

papel de aluminio que colgaba de un árbol. sepodía ver algún somier (o tropezar con él, si uno noandaba con cuidado) o algún hu<strong>eso</strong> llevado poralgún perro para mascar hasta el aburrimiento.El vertedero no era tan feo; por el contrario,tenía cierto interés, pensó Beverly. Lo horrible (loque daba un poco de miedo) era el modo en que sehabía extendido, creando aquel cinturón debasuroides.Ya estaba cerca. Los árboles eran más grandes,casi todos abetos, y los matorrales iban raleando.Las gaviotas graznaban con sus voces agudas yquejosas; el aire estaba denso con el olor aquemado.De pronto, a la derecha de Beverly, inclinadacontra la base de un árbol, apareció unaherrumbrada nevera Amana. Beverly le echó unvistazo, recordando al policía que había ido adarles una charla en tercer grado. Les había dichoque algunas cosas echadas como las neveras, eranpeligrosas; algunos niños solían meterse dentropara jugar al escond<strong>it</strong>e, por ejemplo, y allí podíanmorir asfixiados. Aunque para qué iba una aesconderse en una mugrienta...Se oyó un gr<strong>it</strong>o, tan cerca que le hizo dar unsalto, seguido por risas. Beverly sonrió. Después detodo, estaban allí. Habían dejado la cas<strong>it</strong>a por elolor a humo y estaban allí, tal vez rompiendobotellas a pedradas o recogiendo desperdicios.1401

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!