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it-eso-stephen-king

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—Aquí tienes una vieja fractura. Ed. ¿Te caístede algún árbol cuando eras niño?—Algo así –reconoció Eddie, sin molestarse enaclarar al doctor Robbins que su madre habríasufrido un infarto si se hubiera enterado de que suEddie trepaba a los árboles.En realidad, no podía recordar cómo se habíaroto el brazo. No parecía importarle (aunque ahorase le ocurre que esa misma falta de interés eraextraña en sí; después de todo, él es de los que danimportancia a cualquier estornudo, al menorcambio en el color de sus deposiciones). Pero erauna fractura vieja, algo ocurrido hacía muchotiempo en una niñez que apenas podía o queríarecordar. Le molestaba un poco cuando tenía queconducir muchas horas en días de lluvia. Un par deaspirinas lo solucionaba enseguida. No teníaimportancia.Pero ahora no es sólo una irr<strong>it</strong>ación sinimportancia. Es como si un demente estuvieseafilando ese serrucho enmohecido. Recuerda queasí se sentía en el hosp<strong>it</strong>al, sobre todo a altas horasde la noche en los primeros días. Tendido en lacama, sudando de calor, esperaba a que laenfermera le trajese una píldora mientras laslágrimas le corrían por las mejillas hasta las orejas,pensando: "es como si un loco estuviese afilandoun serrucho allí dentro.""Si esto es la senda del recuerdo –piensa1315

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