11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

terminar con las mentiras –observó Kay. La mirócon tanto cariño, tan largamente, que Bev se vioobligada a bajar la vista. Sentía regusto a lágrimasen el fondo de la garganta–. ¿A quién creíasengañar? –preguntó Kay, sin levantar la voz.Alargó la mano sobre la mesa para tomar las deBev–. Las gafas ahumadas, las blusas de mangalarga y cuello alto... Tal vez hayas engañado a uno odos clientes, pero no a tus amigos, Bev. A la genteque te estima, no.Entonces Beverly se echó a llorar y lloró muchorato, con d<strong>eso</strong>lación, mientras Kay la abrazaba.Más tarde, antes de acostarse, contó a su amiga loque pudo: que la había llamado un viejo amigo deDerry, donde se había criado, para recordarle unapromesa hecha mucho tiempo antes. Había llegadoel momento de cumplir con esa promesa, dijo, yKay le preguntó si iría. Ella dijo que si y así habíacomenzado el problema con Tom.—¿Qué promesa hiciste? –preguntó Kay.Beverly sacudió la cabeza.—No puedo decírtelo, Kay, por mucho que megustaría.Kay asintió.—De acuerdo. Es justo. ¿Qué vas a hacer conTom cuando vuelvas de Maine?Bev, que empezaba a tener la seguridad de quejamás volvería de Derry, se lim<strong>it</strong>ó a responder:671

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!