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it-eso-stephen-king

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esto.Pasó el extremo de la soga por el tiradorcromado, lleno de herrumbre, con el cuidado dequien desactiva una sombra. Ató un nudo flojo yretrocedió. Cuando hubo cubierto cierta distancia,dedicó a los otros una sonrisa temblorosa.—Uff –dijo–. M–m–menos mal. Ya e–e–está.Ya a una distancia prudencial (<strong>eso</strong> cabíaesperar) de la nevera, Bill les rep<strong>it</strong>ió que estuviesenpreparados para huir. Un trueno r<strong>eso</strong>nódirectamente arriba haciéndoles dar un respingo.Comenzaban a caer las primeras gotas.Bill tiró de la cuerda con todas sus fuerzas. Elnudo se soltó, pero no antes de haber abierto lapuerta de la nevera. Del interior cayó unaavalancha de pompones naranja. Stan Uris em<strong>it</strong>ióun gruñido. Los otros se lim<strong>it</strong>aron a mirar,boquiabiertos.La lluvia se tornó más fuerte. Los relámpagossoltaban latigazos allá arriba, intimidándolos. En elmomento en que la puerta se abría por completo,restalló un rayo azul purpúreo.Richie fue el primero en ver aquello y gr<strong>it</strong>ó convoz aguda, herida. Bill soltó una exclamación defuria y miedo. Los otros guardaron silencio.En el lado interior de la puerta, en letras desangre, reseca, se leían estas palabras:1449

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