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it-eso-stephen-king

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eglamentaria. Hasta 1981 Elmer Curtie no se diocuenta de que la mayoría de sus clientes eranhomosexuales. Si los hab<strong>it</strong>antes de Derry lehubieran oído decir <strong>eso</strong>, habrían pensado queElmer Curtie los tomaba por tontos... pero eraverdad. Como en el caso del marido engañado, fueprácticamente el último en enterarse. Y porentonces ya no le importaba. El bar daba dinero, yaunque había otros cuatro en Derry que dabanganancia, sólo en el Falcon no había parroquianosrevoltosos que destrozaban periódicamente ellocal. Para empezar, no había mujeres por las quepelearse. Y <strong>eso</strong>s hombres, maricas o no, parecíanhaber descubierto algún secreto para llevarse bienque sus equivalentes heterosexuales desconocían.Una vez consciente de las preferencias sexualesde sus parroquianos, Elmer comenzó a oír rumoresescalofriantes sobre el Falcon por todas partes;circulaban desde hacía años, pero hasta entoncesCurtie no había tenido noticia de ello. Losnarradores más entusiastas de esas anécdotas,según llegó a notar, eran hombres que no sehabrían dejado llevar al Falcon ni a punta depistola. Sin embargo, parecían sumamenteenterados.Según <strong>eso</strong>s rumores, en una noche cualquierase veía allí a hombres que bailaban abrazados,frotándose las pollas en la pista de baile; ahombres que se besaban en la boca, sentados a labarra; a hombres que hacían porquerías en los44

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