11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

"Heme aquí –pensó–. Otra vez en el mald<strong>it</strong>ocentro de la ciudad. Escenario de esa otraalucinación. O sueño. O lo que fuera."Los otros lo tenían por el payaso de la clase, elloco, y él había vuelto fácilmente al viejo papel."Ah, todos caemos fácilmente en nuestros viejospapeles, ¿no lo sabias?" Lo mismo pasaba,seguramente, cuando se reunían los egresados dela secundaria, después de diez o veinte años: elcomediante, que había descubierto en launiversidad su vocación por el sacerdocio; despuésde dos copas volvía casi automáticamente a suschistes y bromas; el genio de la l<strong>it</strong>eratura, quehabía terminado al volante de un camión, seencontraba de pronto desertando sobre JohnIrving; el que había tocado con el conjunto LosPerros los sábados por la noche, antes deconvertirse en prof<strong>eso</strong>r de matemáticas, aparecíade pronto en el escenario, con la orquesta, unagu<strong>it</strong>arra al hombro, cantando una pieza de aquelentonces con alegre y alcohólica ferocidad. ¿Cómodecía la canción de Springsteen? "No hay retirada,nena, ni rendición..." pero era más fácil creer en lascanciones viejas después de tomar un par de copaso una buena dosis de hierba."Pero, Richie creía que la alucinación estaba enla reversión y no en la vida actual. Bien podría serque el niño fuera el padre del hombre, pero padrese hijos suelen tener aficiones muy diferentes y sóloun parecido pasajero. Son...991

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!