11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

uido que hace el agua Jabonosa cuando se va porla tubería? Como si algo la chupara, ¿no? Estabahaciendo ese ruido, pero yo no le prestabaatención, pensaba en que tenía que ir a cortar unpoco de leña en el cobertizo. Y justo cuando eseruido empezaba a apagarse, oí que mi hija estabaallí abajo. Oí a Betty en <strong>eso</strong>s mald<strong>it</strong>os tubos. Sereía. Estaba en algún lugar, allá, en la oscuridad,riendo. Pero parecía que estaba gr<strong>it</strong>ando, si unoprestaba atención. O las dos cosas al mismotiempo. Gr<strong>it</strong>aba y reía en las tuberías. Fue la únicavez en mi vida que oí una cosa así. Quizá loimaginé, pero...Nos miramos. La luz que caía desde lasventanas sucias lo llenaba de años dándole elaspecto de un Matusalén. Recuerdo que en esemomento sentí frío, mucho frío.—¿Cree que le estoy mintiendo? –me preguntóel viejo, ese viejo que, en 1957, tenía alrededor decuarenta y cinco años, el viejo a quien Dios sólohabía dado una hija, llamada Betty Ripsom. Bettyhabía sido encontrada en Jackson Street, justodespués de Navidad, en ese año. Estaba congelada,sus restos completamente desgarrados.—No –dije–, no creo que esté mintiendo, señorRipsom.—Y usted también está diciendo la verdad –observó él con una especie de extrañeza–. Se lo veoen la cara.267

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!