11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

hermano y a los catorce, a Portland. Sé que tupadre murió de cáncer de pulmón cuando teníasdiecisiete. Y escribiste un éx<strong>it</strong>o de ventas cuandotodavía estabas en la universidad, manteniéndotecon una beca y un trabajo de media jornada en unaempresa textil. Eso tiene que haberte parecido muyextraño... El cambio de ingr<strong>eso</strong>s, de perspectivas...Cuando volvió a su lado, él vio que acababa dedarse cuenta de los espacios ocultos entre ambos.—Sé que escribiste Los rápidos negros un añodespués y viniste a Hollywood. Y la semana antesde iniciarse la filmación, conociste a una mujermuy complicada, llamada Audra Philips, que sabía,en parte, lo que estabas pasando, lo de esadescabellada incomprensión, porque había sido,sencillamente, Audrey Philpott hasta cinco añosantes. Y esa mujer se estaba ahogando...—No, Audra.Ella le sostuvo la mirada, serena.—Oh, ¿por qué no? Seamos francos y llamemosa las cosas por su nombre. Me estaba ahogando.Descubrí las anfetaminas dos años antes deconocerte; un año después, la cocaína, que eratodavía mejor. Una anfeta en la mañana, coca porla tarde, vino por la noche y un Valium a la hora deacostarme: las v<strong>it</strong>aminas de Audra. Demasiadasentrevistas importantes, demasiados papelesbuenos. Daba risa de tan parecida a los personajesde Jacqueline Susann. ¿Sabes cómo imagino ahora227

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!