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it-eso-stephen-king

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—Creo en las tanagras escarlatas, aunquenunca he visto una –dijo con voz alta y clara. El avegr<strong>it</strong>ó y se desvió en vuelo rasante, como si lahubiera alcanzado con un disparo–. También creoen los bu<strong>it</strong>res, en la alondra de Nueva Guinea y enlos flamencos de Brasil.—El ave chilló, volando en círculos, pero depronto buscó lo alto del túnel–. ¡Creo en el águiladorada! –gr<strong>it</strong>ó Stan, siguiéndola con su voz–. ¡Yhasta creo que puede haber un ave fénix en algunaparte! ¡Pero no creo en ti, así que vete de una vez!¡Desaparece, mald<strong>it</strong>o pajarraco!El pájaro desapareció.Bill, Ben y Beverly se acercaron a Mike y Eddie.Ayudaron al enyesado a levantarse y Bill leexaminó las heridas.—N–n–nada pro–profundo.. P–p–pero ap–apuesto a que d–d–d–duele horrores.—Me hizo jirones la camisa, Gran Bill. –Lasmejillas de Eddie brillaban de lágrimas. Otra vezrespiraba con dificultad. La voz de guerrerobárbaro había desaparecido; hasta costaba creerque hubiera podido hablar así alguna vez–. ¿Qué levoy a decir a mi madre?Bill sonrió.—¿P–p–por qué no te pr–preocupas de <strong>eso</strong> c–c–cuan–do sa–sa–salgamos de a–aaquí? Asp–pirauna b–bo–canada.1786

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