11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Sí, creo que sí.Volvió a hacerse ese silencio de larga distancia,el de todos los kilómetros que separan Maine deCalifornia. Creo que los dos estábamos pensando lomismo: todo había terminado, sí, y en seis semanaso en seis meses cada uno de nosotros habríaolvidado completamente a los demás. Se habíaacabado pero al precio de nuestra amistad y lasvidas de Stan y Eddie. Casi los he olvidado. Porhorrible que parezca, casi he olvidado a Stan yEddie. ¿Era asma lo que tenía Eddie o migrañacrónica? Que me aspen si lo recuerdo conseguridad, pero creo que era migraña; se lopreguntaré a Bill.—Bien, da recuerdos a Bill y a su bon<strong>it</strong>a mujerdijo Richie.—De tu parte, Richie. –Cerré los ojos y me frotéla frente. Él recordaba que la esposa de Bill estabaen Derry... pero no cómo se llamaba ni lo que lehabía ocurrido.—Si alguna vez vienes a Los Angeles, tienes minúmero. Podemos salir a comer.—Por supuesto. –Sentí que las lágrimas mequemaban los ojos–. Si tú vienes por aquí, lomismo.—¿Mikey?—¿Sí?—Un abrazo.1943

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!