11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—¡Porque sí, capullo! –bramó Henry. Se oyó ungolpe sordo, seguido por un gr<strong>it</strong>o de dolor ysollozos.—Cierra el pico –dijo Victor–. Deja de llorar,quejica, o te arranco las orejas.El llanto se convirtió en una serie de sorbidasahogadas.—Nos vamos –dijo Henry–, pero antes quierosaber una cosa: ¿habéis visto a un chico gordo haceunos diez minutos? Gordo y lleno de sangre ycortes.La respuesta fue demasiado breve para ser otracosa que "no".—¿Seguro? –insistió Belch–. Mejor que nomientas.—Est–t–toy s–s–seguro –replicó BillDenbrough.—Vamos –dijo Henry–. Probablemente volviópor allí.—Adiós, capullos –se despidió Victor Criss.Más chapoteos. La voz de Belch volvió a oírse,pero más lejos. Ben no pudo distinguir laspalabras. A menos distancia, el llanto se reanudó.El otro niño murmuraba consuelos. Ben decidióque eran sólo dos: Bill el Tartaja y el llorón.Se quedó donde estaba, medio sentado mediotendido, oyendo a los dos niños junto al río y losruidos que hacían Henry y sus secuaces al alejarse352

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!