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it-eso-stephen-king

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¿Y cómo se deshace del cadáver? Lo arrastra hastael canal y lo arroja allí, por supuesto. ¡Igual que enAlfred H<strong>it</strong>chcock presenta!Las marcas que estaba siguiendo podían, sí,haber sido dejadas por un par de zapatos y bambasllevados a rastras.Mike se estremeció y miró a su alrededor,intranquilo. La historia parecía excesivamente real."Y supongamos que no lo hizo un hombre, sinoun monstruo. Como en las historietas de terror oen los libros de terror o en las películas de terror oen un mal sueño. En un cuento de hadas o algoasí."Decidió que la historia no le gustaba. Eraestúpida. Trató de qu<strong>it</strong>ársela de la cabeza, pero nopudo. Era una idiotez. Había sido una idiotez ir a laciudad esa mañana. Y otra idiotez seguir <strong>eso</strong>s dossurcos en el césped. Su padre le tendría preparadasun montón de tareas para hacer en casa. Tenía quevolver y poner manos a la obra si no quería que lahora más calurosa de la tarde lo encontrara en elgranero, apilando heno. Sí, tenía que volver. Y <strong>eso</strong>era lo que iba a hacer."Por supuesto –pensó–: ¿Qué quieres apostar?"En vez de volver a su bicicleta y regresar a casapara comenzar con sus tareas, siguió los surcos porel pasto. Aquí y allá había más gotas de sangre, yamedio seca. Pero no mucha. No tanta como alláatrás, junto al banco que había enderezado.453

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