11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

El señor Keene, sonriendo, tomó una gom<strong>it</strong>a deregaliz.—Tienes tus dudas, ¿eh?—Tengo mis dudas –asentí, mascando el regalizrojo.No había comido ninguno desde los tiempos enque, siendo niño, empujaba mis monedas sobre elmostrador hacia el señor Keene, por entonces másjoven y v<strong>it</strong>al. Sabía tan bien como en aquella época.—Eres demasiado joven para recordar el "homerun" de Bobby Thomson para los Giants, en 1951 –dijo Keene–. Por entonces tendrías apenas cuatroaños.—Algunos años después, el diario, publicó unarticulo sobre ese partido y parece que casi unmillón de neoyorquinos aseguraron haber estadoen el estadio ese día.El señor Keene masticó su regaliz; un poco, desaliva oscura chorreó desde la comisura de su boca.La limpió cuidadosamente con su pañuelo.Estábamos sentados en el despacho de latrastienda, pues aunque Norbert Keene teníaochenta y cinco anos y llevaba diez jubilado, aún lellevaba los libros al nieto.—¡En el caso de la banda de Bradley pasaexactamente lo contrario! –exclamó. Sonreía, perono era una sonrisa simpática sino cínica, fríamentereminiscente–. En aquel entonces, en la parte más1103

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!