11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Lo dijo con toda claridad. Ella lo oyó. Esamirada hacia dentro, esa expresión cavilosa ysorprendida, todavía estaban en su cara. Ycomenzaban a asustarla.—Stanley, ¿de qué estás hablando? ¿Stanley?Él dio un respingo. Su mano golpeó el plato demelocotones que ella había comido mientrasrevisaba las solic<strong>it</strong>udes. El plato se rompió contrael suelo. Los ojos de Stan parecieron despejarse.—¡Mierda! Perdona.—No importa, Stanley. ¿De qué hablabas?—Lo he olvidado –dijo él–. Pero creo quedebemos pensar en Georgia, cariño.—Pero...—Confía en mí.Y ella confió.La entrevista fue un éx<strong>it</strong>o. Al tomar el tren deregr<strong>eso</strong> a Nueva York, Patty estaba segura de haberconseguido el empleo. El director de personal lehabía cobrado una simpatía instantánea y ella a él.Una semana después llegó la carta deconfirmación. Academias Traynor le ofrecía nuevemil doscientos dólares y un contrato a prueba.—Te vas a morir de hambre –dijo Herbert Blumcuando su hija le informó que pensaba aceptar eltrabajo–. Y mientras te mueres de hambre, temorirás de calor.77

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!