11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

señor Keene supiese de él algo que él mismoignoraba.Pero el farmacéutico lo confundió aún más aldecir:—¿Te apetece tomar un batido?—Bueno...—Oh, la casa inv<strong>it</strong>a. Siempre tomo uno en laoficina, más o menos a esta hora. Da energías,siempre que no tengas que cuidar tu p<strong>eso</strong> y creoque ninguno de los dos tiene ese problema. Mimujer dice que parezco una calavera. El queneces<strong>it</strong>a vigilar el p<strong>eso</strong> es tu amigo, el chicoHanscom. ¿Qué sabor prefieres, Eddie?—Es que mi madre dijo que volviese a casa encuanto...—Me parece que a ti te gusta el chocolate. ¿Unode chocolate?Los ojos del señor Keene chisporroteaban, peroera un chisporroteo seco, como el del sol en eldesierto. Al menos <strong>eso</strong> pensó Eddie, aficionado alas novelas del Oeste.—De acuerdo –cedió.El gesto con que el farmacéutico se ajustó lasgafas en la nariz lo puso nervioso. Se le veíainquieto, y complacido secretamente, todo almismo tiempo. Eddie no quería ir a la oficina. Noera sólo para tomar un batido. Y fuese lo que fuese,Eddie sospechaba que no se trataba de nada1323

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!