11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

jactarse de contar con trescientas mil almas.Mientras el taxi avanzaba lentamente por MainStreet ("Ahora vamos sobre el canal –pensó Bill–;no se lo ve, pero está allí abajo, corriendo en laoscuridad") y luego tomaba por Center, su primerpensamiento fue bastante predecible: cuánto habíacambiado todo. Pero el pensamiento predeciblevino acompañado de un profundo horrorinesperado. Recordaba su niñez como un tiemponervioso, lleno de temores, no sólo por el verano de1958, en que siete de ellos se habían enfrentado alterror, sino por la muerte de George, el profundosueño en que sus padres parecían haber caídodespués de esa muerte, las burlas por sutartamudez, Bowers, Huggins y Criss, que losperseguían continuamente tras la pelea a pedradasen Los Barrens(Bowers, Huggins y Criss, oh, cielos. Bowers,Huggins y Criss, oh cielos)y la simple sensación de que Derry era fría, deque Derry era dura, de que a Derry le importaba uncuerno si ellos vivían o morían y, mucho menos, s<strong>it</strong>riunfaban o no sobre el Payaso Pennywise. Loshab<strong>it</strong>antes de Derry llevaban mucho tiempoviviendo con Pennywise, con todos sus disfraces...y tal vez, de algún modo descabellado, habíanllegado a comprenderlo. A tenerle simpatía, aneces<strong>it</strong>arlo. ¿A quererlo? Tal vez. Sí, tal vez <strong>eso</strong>también.816

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!