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La crítica de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto ... - e-spacio UNED

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interpretan esto en <strong>el</strong> sentido <strong>de</strong> que “<strong>el</strong> mundo como un todo manifiesta un po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> cambio y <strong>de</strong><br />

movimiento que en verdad no es humano…” 310 . T<strong>al</strong>es estaría en disposición <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la<br />

diferencia entre <strong>al</strong>ma humana y fuerza divina a pesar <strong>de</strong> advertir la conexión <strong>de</strong> la una con la otra,<br />

y esta última, la fuerza divina, ese <strong>al</strong>ma que está en todas las cosas podría prefigurar <strong>el</strong> concepto <strong>de</strong><br />

logos en tanto que pensamiento sin sujeto que hace presencia también, pero no primariamente, o no<br />

caus<strong>al</strong>mente, en <strong>el</strong> espíritu humano. Esta vibración pue<strong>de</strong> recorrerle a niv<strong>el</strong> inconsciente, tomando<br />

carácter reflexivo solo en <strong>el</strong> proceso <strong>de</strong>l conocer.<br />

Sin embargo, <strong>de</strong> entre los presocráticos, será Heráclito <strong>el</strong> pensador protagonista e<br />

indispensable para nuestra búsqueda. En Heráclito se bosqueja, sin duda, la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un pensamiento<br />

sin sujeto, que <strong>el</strong> espíritu humano <strong>de</strong>be tratar <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r. El logos es ese pensamiento sin<br />

sujeto, <strong>el</strong> or<strong>de</strong>n común que rige todas las cosas. Ese logos no es un <strong>el</strong>emento <strong>de</strong> la consciencia,<br />

sino que, en todo caso, está a la base <strong>de</strong> ésta y se oculta tras <strong>el</strong>la como se oculta tras las cosas. El<br />

logos es <strong>el</strong> límite que posibilita <strong>el</strong> pensamiento y su subjetivación. Nosotros lo tomaremos aquí<br />

como <strong>el</strong> prece<strong>de</strong>nte fundament<strong>al</strong> para la <strong>el</strong>aboración <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> Inconsciente Ontológico, o lo<br />

que es lo mismo, <strong>de</strong>l Pensar <strong>de</strong>l Ser o <strong>de</strong>l Pensar-Ser, t<strong>al</strong> y como lo expresa siempre Teresa Oñate.<br />

Veámoslo en las propias p<strong>al</strong>abras <strong>de</strong> Heráclito: “Siempre se quedan los hombres sin compren<strong>de</strong>r<br />

que <strong>el</strong> Logos es así como yo lo <strong>de</strong>scribo, lo mismo antes <strong>de</strong> haberlo oído que una vez que lo han<br />

oído; pues, aunque todas las cosas acontecen según este Logos se parecen los hombres a gentes<br />

sin experiencia, incluso cuando experimentan p<strong>al</strong>abras y acciones t<strong>al</strong>es cu<strong>al</strong>es son las que explico,<br />

cuando distingo cada cosa según su constitución y digo cómo es; <strong>al</strong> resto <strong>de</strong> los hombres les pasan<br />

<strong>de</strong>sapercibidas cuantas cosas hacen <strong>de</strong>spiertos, <strong>de</strong>l mismo modo que se olvidan <strong>de</strong> lo que hacen<br />

cuando duermen” 311 . Con sus lúcidas p<strong>al</strong>abras, Heráclito nos transmite, o así <strong>de</strong>seamos enten<strong>de</strong>rlo,<br />

la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un pensar, que es un Pensar <strong>de</strong>l Ser, es <strong>de</strong>cir, que da cuenta <strong>de</strong>l Ser. Pero así como da<br />

cuenta <strong>de</strong>l Ser, inversamente, lo posibilita ya que según ese logos ocurren las cosas. Caeríamos en<br />

<strong>el</strong> absurdo, o <strong>al</strong> menos en un anacronismo imperdonable, si, <strong>al</strong> mismo tiempo, quisiéramos que ese<br />

logos fuera <strong>el</strong> pensamiento <strong>de</strong> la conciencia individu<strong>al</strong>-autónoma. Más bien <strong>el</strong> logos sería un Otro<br />

<strong>de</strong> la conciencia que discurre y en virtud <strong>de</strong>l cu<strong>al</strong> ésta discurre. El logos es Uno (aunque Uno no<br />

por la convocatoria <strong>de</strong> ondas sensibles. El individuo es precisamente lo infinitamente divisible ya que no es una<br />

unidad sino una multiplicidad. Nuestra autora advierte la <strong>de</strong>uda <strong>de</strong> <strong>D<strong>el</strong>euze</strong> con Geoffroy Saint-Hilaire, que<br />

planteaba un continuo biológico, un plano unitario <strong>de</strong> anim<strong>al</strong>idad <strong>de</strong>l que todos los seres vivos son modos (p. 38).<br />

Así se <strong>al</strong>canzaría cierta univocidad (p. 41 y pp. 44-45).<br />

310 G. S. Kirk, J. E. Raven y M. Schofi<strong>el</strong>d: Los filósofos presocráticos. Ed. Gredos, Madrid, 1994. pp. 148-149.<br />

311 Citado en G. S. Kirk, J. E. Raven y M. Schofi<strong>el</strong>d: Los filósofos presocráticos. op.cit. p. 273. (Fr. 1, Sexto, adv.<br />

math. VII 123)<br />

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