La crítica de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto ... - e-spacio UNED

más que cualquier otra cosa, al control de nuestra voluntad, expresando así más los deseos que los
intereses.
Como advertíamos anteriormente el amor comunitario sería anterior al conyugal o
romántico. Del mismo modo, para Deleuze, lo social sería anterior a lo sexual. Mientras que para
el psicoanálisis, lo social nace de la sublimación de lo sexual, siendo lo sexual edípico, para el
esquizoanálisis es precisamente lo sexual lo que recubre a lo social o, lo que es lo mismo: lo social
se expresa a través de lo sexual. Lo que el Inconsciente registra y vive inmediatamente a través de
la novela familiar, afirma Deleuze, es la lucha de clases. Digamos que el Inconsciente tiene una
precomprensión, una captación empírica e inocente de la lucha de clases, que se formularía en
términos de “pobres” y “ricos”. Por otro lado, la familia transmite un modelo jerárquico y de
potencia desigual que, de algún modo, traduce las relaciones entre clases, tomándose al padre
como clase dominante, a la madre como clase dominada y viviendo el niño como clase también
dominada, aunque susceptible de dar el salto si sigue las pautas adecuadas. Esta línea de
investigación que abre el propio Freud queda cortada prácticamente desde su nacimiento, sin
explicación verdaderamente racional que la desestime. Después, con Lacan, apenas mejora la
situación. Por el contrario, la teoría del poder que desarrolla, basada en el Falo, parece legitimar la
desigualdad antes mencionada o, al menos, inmovilizarla, al cubrirla con una explicación basada en
la persistencia de una estructura simbólica que condiciona cualquier formación social. Desdibujar
las marcas consiste en desorganizar al sujeto o, como dice Deleuze, en hacerse un cuerpo sin
órganos, para poder crear un agente colectivo de enunciación, un espacio efectivo de contrapoder.
Como advertimos a lo largo del apartado sexto, solo desde este escenario de
despersonalización podemos insertar las condiciones que permiten la elaboración de nuevos
enunciados. La creación de enunciados nuevos es vital sabiendo, como sabemos, que la lucha
política en esta esfera es decisiva, no porque la enunciación, a nivel de lenguaje, de gesto o de
ideología, sostenga al cuerpo social, sino porque el Poder ha ejercido su dominación sobre la clase
oprimida expropiándole su capacidad creativa, es decir, explotando su su capacidad de reinventar
puntos focales, revolucionando así la percepción. Dado que reapropiar la capacidad creativa
equivale a reinflamar el pensamiento, y siendo pensar igual que desear, y desear igual que producir
Inconsciente y producir Inconsciente igual que distorsionar la sensibilidad (en sentido de Estética
transcendental), la tarea política a la que estaríamos llamados es a la de desactivar el control
monopolístico de las condiciones de enunciación, que la maquinaria capitalista lleva a cabo a
través de los Estados. Se trata de poder pensar fuera de la imagen de pensamiento estatal, sin que,
por ello, suponga un pensar utópico. Queremos alcanzar las condiciones de posibilidad de un
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