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La crítica de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto ... - e-spacio UNED

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ha <strong>de</strong> mantenerse en su cauce. Es cierto, sin embargo, que si bien la ciencia parece estar consentida<br />

a partir <strong>de</strong> la lógica disciplinaria <strong>de</strong>l trabajo, funcionando, entonces, <strong>de</strong> acuerdo a ese esquema <strong>de</strong><br />

la tempor<strong>al</strong>idad y espectación cronológica (principio <strong>de</strong> caus<strong>al</strong>idad) y <strong>de</strong> acuerdo a una educación<br />

teórica y discreta <strong>de</strong> la percepción (claridad, distinción, aislamiento <strong>de</strong> variables, di<strong>al</strong>éctica objeto-<br />

sujeto...), también h<strong>al</strong>lamos en <strong>el</strong> espíritu científico, la búsqueda <strong>de</strong> una eternidad que no po<strong>de</strong>mos<br />

h<strong>al</strong>lar en los entes individu<strong>al</strong>es que nosotros somos. En este sentido es en <strong>el</strong> que los griegos<br />

conceptuaban <strong>el</strong> conocimiento, ese lujo ocioso e inútil que era la ciencia y mediante <strong>el</strong> cu<strong>al</strong>,<br />

acompasábamos nuestra <strong>al</strong>ma con <strong>el</strong> <strong>al</strong>ma <strong>de</strong>l universo, y nuestro pensamiento finito, con <strong>el</strong> Pensar<br />

infinito y eterno s<strong>el</strong> Ser. Ahora bien, <strong>el</strong> concepto <strong>de</strong> ciencia ha variado, y también aqu<strong>el</strong>lo que se<br />

entien<strong>de</strong> por vida contemplativa y por vida científica: la ciencia ya no es puro lujo, en la medida en<br />

que la inutilidad que la convertía en bien supremo, está, en gran medida, conjurada. Los cauces <strong>de</strong><br />

la ciencia se encuentran ahora estrechamente cercados, habiendo llegado a ser una actividad<br />

bastante burocratizada y castrada en base a los <strong>proyecto</strong>s <strong>de</strong> financiación-inversión que la permiten<br />

y a la esperanza <strong>de</strong> beneficio, ya lucrativo, ya “soci<strong>al</strong>”. Los planos que distingue Bataille, <strong>al</strong> oponer<br />

<strong>el</strong> mundo erótico <strong>al</strong> mundo <strong>de</strong>l trabajo, bien podrían expresarse, por las características que les ha<br />

dado, con la diferencia <strong>de</strong>leuzeana entre lo molecular y lo molar, entre lo perteneciente <strong>al</strong> tiempo<br />

<strong>de</strong> aion y lo perteneciente <strong>al</strong> tiempo cronológico.<br />

<strong>La</strong> sexu<strong>al</strong>idad erótica, en tanto que opuesta <strong>al</strong> trabajo, no pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>sv<strong>el</strong>ada mediante <strong>el</strong><br />

esfuerzo científico o filosófico. En cierta medida, son esferas inconmensurables. Mencionemos<br />

<strong>al</strong>gunas causas: 1) Dificultad <strong>de</strong> cuantificación y reducción a datos científicos; 2) Rechazo <strong>de</strong> la<br />

anim<strong>al</strong>idad como impulsor <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong> la conciencia científica que expulsa, por tanto, estos<br />

contenidos <strong>de</strong> su seno; 3) Imposibilidad <strong>de</strong> observación externa, dado que las escenas sexu<strong>al</strong>es<br />

ponen <strong>al</strong> observador en situación <strong>de</strong> participación, por su carácter contagioso; 4) R<strong>el</strong>aciones <strong>de</strong><br />

sustracción entre la sexu<strong>al</strong>idad y la conciencia: “Por <strong>el</strong> trabajo nos ha sido dada la conciencia<br />

clara y distinta <strong>de</strong> los objetos, y la ciencia siempre ha seguido siendo la compañera <strong>de</strong> las<br />

técnicas. <strong>La</strong> exuberancia sexu<strong>al</strong>, por <strong>el</strong> contrario, nos <strong>al</strong>eja <strong>de</strong> la conciencia: atenúa en nosotros<br />

la facultad <strong>de</strong> discernimiento” 550 . Recor<strong>de</strong>mos entonces que la única vía <strong>de</strong> acceso <strong>al</strong> conocimiento<br />

<strong>de</strong>l erotismo es la propia experiencia erótica que llega a la conciencia en forma travesura. <strong>La</strong><br />

transgresión se conforma, así, como condición <strong>de</strong> posibilidad <strong>de</strong>l conocimiento en este ámbito<br />

particular. Sin embargo, dificilmente podríamos negar que este conocimiento se abre paso por y<br />

entre la confusión.<br />

550 Ibid. p. 167.<br />

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