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La crítica de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto ... - e-spacio UNED

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Comencemos tomando <strong>el</strong> concepto <strong>de</strong> trabajo e intentando esclarecerlo a niv<strong>el</strong> ontológico.<br />

<strong>La</strong> ontología, como sabemos, trata <strong>de</strong> diferenciar los entes, las cosas que se dan a la presencia, que<br />

existen, <strong>de</strong>l Ser, que las atraviesa y las posibilita, sin ser agotado por <strong>el</strong>las. A niv<strong>el</strong> político, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

la ontología política, esto implica escapar <strong>de</strong>l presentismo y saber lo comunitario no solo bajo la<br />

configuración que recibe ahora sino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> todas sus virtu<strong>al</strong>ida<strong>de</strong>s. <strong>La</strong> ontología también diferencia,<br />

por tanto, entre lo virtu<strong>al</strong> y actu<strong>al</strong>, lo efectivo y así, entre <strong>el</strong> or<strong>de</strong>n o sentido, que son producidos,<br />

construidos, pasajeros, y <strong>el</strong> <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n, sinsentido, caos, que sería lo Re<strong>al</strong>, la fuente <strong>de</strong> todos esos<br />

ór<strong>de</strong>nes, lo que permite su producción pero amenaza su permanencia. El sentido es <strong>al</strong>go humano,<br />

es una representación, que permite capturar <strong>al</strong>go así como ciertos procesos o energías y<br />

convertirlos en disponibilida<strong>de</strong>s, en objetos cu<strong>al</strong>ificables y cuantificables, en existencias, en<br />

útiles... En lo político <strong>el</strong> sentido aparece princip<strong>al</strong>mente con <strong>el</strong> Estado. El Estado se constituye<br />

entonces como un transformador <strong>de</strong> energía o un can<strong>al</strong>izador <strong>de</strong> energía que la dirige hacia<br />

<strong>de</strong>terminadas fin<strong>al</strong>ida<strong>de</strong>s. Así se dirigió muy habitu<strong>al</strong>mente la energía sexu<strong>al</strong> hacia la familia, <strong>de</strong><br />

t<strong>al</strong> manera que no solo <strong>el</strong> sexo quedaba capturado en la familia sino que también <strong>el</strong> parentesco y las<br />

<strong>al</strong>ianzas quedaban capturadas en la sexu<strong>al</strong>idad. También muy habitu<strong>al</strong>mente dirigió la violencia<br />

hacia <strong>el</strong> ejército o hacia <strong>el</strong> autocastigo, que llamamos habitu<strong>al</strong>mente responsabilidad, etc.<br />

En este marco po<strong>de</strong>mos situar <strong>el</strong> trabajo como una captura y disposición <strong>de</strong> <strong>al</strong>go más básico<br />

y previo que podríamos <strong>de</strong>nominar simplemente “actividad”. <strong>La</strong> actividad no tiene porque tener un<br />

sentido o una fin<strong>al</strong>idad prevista. Po<strong>de</strong>mos verla como juego, como procesos <strong>de</strong> creación y<br />

<strong>de</strong>strucción, como ten<strong>de</strong>ncia recreativa, etc. En cu<strong>al</strong>quier caso, como <strong>de</strong>cía Bataille, lo que nos<br />

empuja a la actividad no es tanto la necesidad sino precisamente y primeramente la<br />

sobreabundancia. <strong>La</strong> vida parece generar un exceso <strong>de</strong> energía que nos <strong>de</strong>sborda, que nos empuja a<br />

la actividad y la actividad siempre genera, a su vez, <strong>al</strong>go más. <strong>La</strong> actividad conlleva producción.<br />

Algo nuevo aparece con <strong>el</strong>la: un objeto, una r<strong>el</strong>ación, un afecto, una i<strong>de</strong>a... Don<strong>de</strong> hay vida, hay<br />

actividad y don<strong>de</strong> hay actividad se reproduce la vida: se multiplica, se diversifica...<br />

Convertir la libre circulación <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s, los procesos productivos, en trabajo, implica,<br />

en primer lugar, orientar esa actividad hacia fin<strong>al</strong>ida<strong>de</strong>s previstas, rentabilizarla y, para <strong>el</strong>lo,<br />

s<strong>el</strong>eccionarla en base a una mayor efectividad 1287 . Esto incluirá la necesidad <strong>de</strong> mediar estas<br />

activida<strong>de</strong>s a través <strong>de</strong>l conocimiento consciente, <strong>de</strong> la instrucción y <strong>de</strong> la disciplina. De este modo<br />

convertir la actividad en trabajo implicaría cu<strong>al</strong>ificar dicha actividad, establecer con claridad<br />

especi<strong>al</strong>ida<strong>de</strong>s y diferencias. En segundo lugar, convertir la actividad en trabajo significará<br />

establecer baremos <strong>de</strong> cuantificación que permitieran v<strong>al</strong>orar con una medida homogénea la labor<br />

1287 M. Morey: Pequeñas doctrinas <strong>de</strong> la soledad. op.cit. p. 152.<br />

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