16.04.2013 Views

La crítica de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto ... - e-spacio UNED

La crítica de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto ... - e-spacio UNED

La crítica de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto ... - e-spacio UNED

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

para <strong>el</strong>la 675 .<br />

Como veremos, las pulsiones están dirigidas, según Freud, hacia un anh<strong>el</strong>o <strong>de</strong> completud,<br />

<strong>de</strong> la plenitud en que creíamos vivir en la fase m<strong>al</strong> llamada egocéntrica. Decimos m<strong>al</strong> llamada<br />

egocéntrica porque hace referencia a un momento en <strong>el</strong> que <strong>el</strong> individuo, por así <strong>de</strong>cirlo, no se ha<br />

individuado, no se ha recortado respecto <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más y <strong>de</strong>l mundo exterior. De hecho, en este<br />

momento, aún no reconocería personas ni en los cuerpos ajenos ni en <strong>el</strong> propio. El <strong>psicoanálisis</strong><br />

tilda este estado <strong>de</strong> egocéntrico por estar confundido uno mismo con todo lo <strong>de</strong>más, con <strong>el</strong> mundo,<br />

con <strong>el</strong> cosmos. Nosotros creemos, en todo caso, que un sentimiento t<strong>al</strong> no es egocéntrico sino más<br />

bien tot<strong>al</strong>mente <strong>de</strong>scentrado. El yo todavía no ha aparecido y la experiencia vit<strong>al</strong> sería la <strong>de</strong> cierto<br />

caos. El esquizofrénico, en cierto modo, parece recrear esta sensación oceánica, advirtiendo la<br />

inagotable e infinitesim<strong>al</strong> re<strong>al</strong>idad intensiva 676 . Para <strong>D<strong>el</strong>euze</strong>, este momento no es plácido sin más,<br />

sino que es abrupto. Nuestra pulsión, según Freud, es la tentativa <strong>de</strong> reconstruir esa plenitud que,<br />

sin embargo, dificilmente podríamos creer que en <strong>al</strong>gún pasado fue vivida como t<strong>al</strong>, a no ser,<br />

quizás, en la vida intrauterina. En cu<strong>al</strong>quier caso, si la terminación <strong>de</strong>l <strong>psicoanálisis</strong> se apunta<br />

como un reconciliarnos con nuestra finitud, nos apuntaríamos a t<strong>al</strong> empresa pero a condición, no<br />

obstante, <strong>de</strong> no confundir la finitud con la carencia. El <strong>psicoanálisis</strong> se hace interminable, entre<br />

otras cosas, porque <strong>de</strong>sea reconciliarnos con la carencia, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cu<strong>al</strong>, según Freud y <strong>La</strong>can se<br />

diseña <strong>el</strong> <strong>de</strong>seo. Pero entonces, la terminación <strong>de</strong> la terapia tendría lugar cuando nos<br />

conformáramos a vivir con un <strong>de</strong>seo nunca colmado, a vivir, por tanto, en la insatisfacción. De este<br />

<strong>de</strong>seo nunca colmado, <strong>de</strong> esta infinita insatisfacción, <strong>de</strong> este querer lo que no se pue<strong>de</strong> tener,<br />

surgiría <strong>el</strong> progreso. Nosotros creemos que este progreso no es sino <strong>el</strong> progreso <strong>de</strong>l Capit<strong>al</strong>,<br />

trabajado por la inoculación <strong>de</strong>l apetito consumista y acumulativo. Nunca estaríamos lo<br />

suficientemente reconciliados con la carencia porque <strong>el</strong> sentimiento <strong>de</strong> carencia es, <strong>de</strong> hecho, <strong>el</strong> <strong>de</strong><br />

la compulsión insaciable. No po<strong>de</strong>mos reconciliarnos con la carencia sino a condición <strong>de</strong> no<br />

<strong>de</strong>sear, pero este no <strong>de</strong>sear lo que no po<strong>de</strong>mos tener aniquilaría, precisamente, <strong>el</strong> sentimiento <strong>de</strong><br />

carencia. <strong>La</strong> terminación <strong>de</strong>l <strong>psicoanálisis</strong> ¿es la instauración <strong>de</strong>l estoicismo en <strong>el</strong> paciente? Si así<br />

fuera no tendríamos mucho que objetar. Sin embargo parece que la tragedia <strong>de</strong>l <strong>psicoanálisis</strong> es,<br />

675 Cfr. <strong>La</strong> mayor parte <strong>de</strong> las cosas que hacemos las haríamos, en expresión hei<strong>de</strong>ggeriana, en transparencia, es <strong>de</strong>cir,<br />

sin la concurrencia <strong>de</strong> una razón que fuera anticipando y tomando nota <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> las<br />

secuancias <strong>de</strong> acción. Así, sería <strong>el</strong> saber inconsciente <strong>el</strong> que rige y nos faculta para vivir. Cuando lo<br />

sobrecodificamos, cuando hacemos pasar cada acción a la conciencia, nos neurotizamos y nos par<strong>al</strong>izamos. Para<br />

perseguir esta cuestión ver R. Echeverría: Ontología <strong>de</strong>l lenguaje. Katz Barp<strong>al</strong> Ed. Madrid, 2011. p. 192.<br />

676 Cfr. También Merleau-Ponty reivindicaría esa sensación oceánica como verda<strong>de</strong>ra vivencia <strong>de</strong>l cuerpo. El mundo<br />

no estaría frente <strong>al</strong> sujeto sino continuándolo, adherido a él. Como en Leibniz “<strong>el</strong> individuo es la expresión <strong>de</strong> lo<br />

múltiple en <strong>el</strong> uno y la gener<strong>al</strong>idad es interna a la individu<strong>al</strong>idad” (Mª C. López: “De la expresividad <strong>al</strong> habla. Un<br />

mo<strong>de</strong>lo diacrítico <strong>de</strong> intercultur<strong>al</strong>idad” en Paradojas <strong>de</strong> la intercultur<strong>al</strong>idad. op.cit. p. 33).<br />

301

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!