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16.7.1k El pronombre personal 324<br />

16.7.1k En el español general actual se antepone don / doña al nombre de pila (y<br />

a veces también a los diminutivos e hipocorísticos: doña Manolita, don Paco) como<br />

forma de designación respetuosa o cortés: don Francisco, doña María. En muchos<br />

países americanos se usa asimismo doña (pero no don) como apelativo autónomo en<br />

contextos informales: ¿Cómo le va, doña? Constituyen formas de tratamiento dirigidas<br />

a los religiosos fray / sor, hermano / hermana, padre / madre, todos ellos considerados<br />

gramaticalmente, al igual que don, sustantivos en aposición. A diferencia<br />

de don / doña, los tratamientos señor / señora admiten el plural y llevan artículo cuando<br />

no se usan como vocativos. En algunos países pueden llevarlo también en este caso,<br />

como en ¿Cómo está la señora Amelia [dirigiéndose a ella], que hace tiempo que<br />

no viene por aquí? El tratamiento señor / señora puede preceder al apellido —(el) señor<br />

García— y también al nombre de pila —(el) señor Francisco—, aunque este último<br />

contexto no es común a todos los países ni a todos los sectores sociales. La oposición<br />

señora / señorita se utilizó tradicionalmente para distinguir a las mujeres casadas de<br />

las solteras. Aunque este uso no ha desaparecido por completo, el término señorita<br />

se aplica hoy con preferencia a las mujeres jóvenes, o bien, independientemente de<br />

su edad, a las que ejercen determinadas profesiones, por ejemplo la de telefonista.<br />

16.7.1l Los sustantivos que designan títulos, cargos y oficios se pueden usar en<br />

español como apelativos en el trato personal, además de como títulos oficiales: alcalde,<br />

director, doctor, ingeniero, licenciado, maestro, ministro, presidente, rector. El uso de<br />

estos apelativos puede ser compatible hoy en la conversación con el tratamiento<br />

de confianza (¿Estás de acuerdo, presidente?), pero se requieren las formas verbales<br />

correspondientes al trato de respeto cuando se construyen con señor / señora (¿Está<br />

usted de acuerdo, señor presidente?).<br />

16.7.2 El voseo<br />

16.7.2a Se llama voseo al uso del pronombre vos como forma de tratamiento dirigida<br />

a un solo interlocutor, así como al empleo de las varias desinencias que reflejan<br />

los rasgos gramaticales de este pronombre en la flexión verbal. El voseo como tratamiento<br />

de confianza es propio de ciertas áreas del español americano, y se diferencia<br />

del reverencial, examinado en el § 16.7.1h, tanto desde el punto de vista sociolingüístico<br />

como desde el gramatical. Corresponde, en efecto, al mayor grado de familiaridad,<br />

y ocupa, por consiguiente, el polo opuesto al voseo reverencial. Desde el<br />

punto de vista gramatical, concuerda con reflexivos átonos y posesivos en singular,<br />

como en Vos no te cuidás o en si vos leés una carta tuya (frente a Si vos leéis una carta<br />

vuestra, en el voseo reverencial). En los casos oblicuos no es raro encontrar las alternancias<br />

con vos ~ contigo; para vos ~ para ti. Por lo que respecta a la concordancia<br />

con el verbo, existen estas tres modalidades:<br />

Voseo flexivo (antiguas desinencias de plural):<br />

1. Pronominal (con el pronombre vos): vos tenéis, vos tenés, vos tenís.<br />

2. No pronominal (con el pronombre tú): tú tenés, tú tenís.<br />

Voseo no flexivo (desinencias correspondientes a tú):<br />

3. Pronominal (con el pronombre vos): vos tienes.

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