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21.2.5a Los numerales 396<br />

de ángeles y sus compañeros me librarían de las manos de los hombres? (Benítez, Caballo);<br />

Arribaron ayer a suelo patrio los campeones juveniles del X Campeonato Centroamericano<br />

de Baloncesto Sub-20, quienes fueron recibidos por decenas de familiares,<br />

dirigentes y periodistas deportivos (Siglo 19/5/1997).<br />

También los cardinales no sustantivos pueden emplearse con valores semejantes,<br />

sobre todo en la lengua coloquial: Repitámonos una y mil veces que el dolor compadecido<br />

purifica y, abandonado, deprava (Arenal, Visitador); ¡Cien veces me has contado<br />

tus amoríos en La Martinica! (O’Donnell, Vincent). El margen para la variación es<br />

grande en estos casos: Te lo he dicho {cuarenta ~ cien ~ doscientas ~ quinientas ~ mil}<br />

veces. En el mismo registro coloquial se usan a menudo cardinales ficticios, variables<br />

según las zonas, para designar, normalmente con intención humorística, un número<br />

elevado de personas o cosas: tropecientos, quichicientos, chiquicientos, chorrocientos,<br />

sepetecientos, cuchucientos, etc.<br />

21.2.5 Uso de los números para identificar las horas<br />

21.2.5a Para identificar las horas se usan los nombres de los números (que son<br />

sustantivos) precedidos por el artículo determinado. Este es singular en la una y sus<br />

fracciones (la una y cuarto) y plural en las demás designaciones horarias, incluido el<br />

cero: las cero horas ‘las 12:00 p.m.’. La pregunta sobre la hora se forma en singular:<br />

¿Qué hora es?, aunque también se registra el plural en la lengua coloquial: ¿Qué horas<br />

son?<br />

21.2.5b Son dos, fundamentalmente, las estructuras gramaticales que se usan<br />

para identificar la hora en el mundo hispánico. La primera se emplea en contextos<br />

institucionales, administrativos y técnicos, y no con la misma extensión en todos<br />

los países. Consiste en designar mediante un número del cero al veintitrés cada una<br />

de las horas del día:<br />

La campaña durará desde mañana lunes hasta el próximo domingo, con horario de 10 a<br />

14 horas y de 16 a 20 horas (País [Esp.] 12/2/1980); Elisa llegó a la estación de Atocha, en<br />

el Talgo 200, a las 13 horas y 17 minutos del lunes 26 de marzo (Gala, Invitados); Eran las<br />

ocho y cuarenta y cuatro minutos (Borges, Ficciones).<br />

Para indicar los minutos, alternan en este sistema la expresión yuxtapuesta (a las<br />

tres veinte, restringida a algunos países) y la coordinada (a las tres y veinte), así como<br />

la presencia y la ausencia de los sustantivos horas y minutos: a las tres horas veinte,<br />

a las tres horas y veinte minutos, a las tres horas y veinte.<br />

21.2.5c En la otra estructura se utilizan solo los numerales del uno al doce y, a fin<br />

de evitar la ambigüedad, es frecuente añadir un complemento con de referido a la<br />

parte del día. Estos complementos son variables en función de países y costumbres,<br />

pero gozan de preferencia los subrayados en las nueve de la mañana, las dos de la<br />

tarde, las diez de la noche, las tres de la madrugada (o de la mañana). A las referencias<br />

indicadas cabe añadir del mediodía, que en el español americano suele concebirse<br />

como un punto coincidente con las doce, y en el europeo como un intervalo de límites

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