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809 Las oraciones interrogativas 42.3.5c<br />

de la conjunción subordinante que cuando se reproduce una oración, como en —Me<br />

voy de excursión este fin de semana. —¿Que te vas de excursión? También el adverbio<br />

cómo introduce preguntas aclaratorias de naturaleza diversa. Unas veces equivale a<br />

¿Cómo dice? o ¡Cómo es eso!; otras se antepone a un fragmento entresacado del texto<br />

precedente para cuestionarlo o rebatirlo: —Están por allí. —¿Cómo por allí? (Expreso<br />

[Perú] 1/10/1992); —¿Qué le pasa a esa frase? —¿Cómo que qué le pasa? (Gamboa,<br />

Páginas).<br />

42.3.5 La interrogación retórica<br />

42.3.5a Se llaman interrogativas retóricas las que contienen implícitamente<br />

su propia respuesta o sugieren de forma velada la inclinación del hablante que las<br />

formula hacia una respuesta particular. Las interrogativas de este grupo contienen a<br />

menudo marcas de orientación, es decir, rasgos formales que muestran en qué<br />

sentido se orienta la respuesta. Así, la presencia del adverbio acaso en la oración<br />

¿Acaso se oye mal este disco? deja entrever la respuesta negativa que espera el hablante.<br />

Algunas preguntas retóricas permiten la aparición de indefinidos negativos<br />

y otras expresiones de polaridad negativa (§ 48.1.3a), lo que es indicio claro de<br />

su orientación: ¿Dónde has visto tú a nadie que acepte una oferta así?; ¿Movió él un<br />

dedo por nosotros?<br />

42.3.5b Las interrogativas bimembres que se ajustan a la pauta «grupo<br />

interro gativo + grupo nominal», sin verbo, tienen con frecuencia valor retórico, en<br />

particular las formuladas con interrogativos que denotan causa. Así, ¿Para qué<br />

tanto esfuerzo? sugiere ‘No hay razón para tanto esfuerzo’, y ¿Por qué estas carreras?<br />

da a entender ‘No hay razón para estas carreras’. Las preguntas introducidas por<br />

¿A santo de qué…?; ¿A cuento de qué…?; ¿A qué viene…? y otras expresiones similares<br />

implican asimismo la inexistencia de motivos (en opinión de quien las formula)<br />

para algún comportamiento determinado: ¿A cuento de qué tanta preocupación?<br />

(Hoy [Chile] 20/1/1997). Algunos sustantivos, no siempre coincidentes en todos los<br />

países (demonios, diablos, diantre, fregados, leches, narices y otras voces malsonantes)<br />

acompañan a los pronombres y adverbios interrogativos creando grupos<br />

interrogativos complejos de interpretación enfática, como en ¿Dónde demonios se<br />

encuentra ese muchacho? (Britton, Siglo). Las preguntas así construidas revelan fastidio,<br />

incomodidad, impaciencia, desesperación y otras actitudes similares ante alguna<br />

situación adversa. Se forman con interrogativos de interpretación referencial<br />

(quién narices, cómo diablos), lo que excluye de este paradigma el interrogativo<br />

cuánto. Las interrogativas enfáticas formadas con esta pauta no se interpretan en<br />

relación con el discurso precedente y rechazan siempre los complementos partitivos:<br />

¿Quién (diablos) la habría avisado? ~ ¿Quién de ellos la habría avisado? ~ ¿*Quién<br />

diablos de ellos la habría avisado?<br />

42.3.5c Las preguntas retóricas introducidas por ¿A que…? dan a entender que lo<br />

que se dice es correcto ( ¿A que tengo razón?), pero también se usan para plantear al<br />

interlocutor un reto o una apuesta, sea real o fingida, como en ¿A que no sabe usted,<br />

Azorín, en lo que pensaba don Víctor cuando se estaba muriendo? (Azorín, Antonio<br />

Azorín). Las preguntas precedidas de la conjunción conque implican unas veces

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