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33.4.5a El sujeto 652<br />

33.4.5a La concordancia de número y persona en las construcciones<br />

copulativas<br />

33.4.5a Como norma general, el sujeto de las oraciones copulativas también<br />

concuerda con el verbo en número y persona, y con el atributo en género y número<br />

(§ 37.4): Las calles [3.ª persona, plural] estaban [3.ª persona, plural] desiertas. Sin<br />

embargo, se han observado tradicionalmente varios casos de discordancia entre el<br />

sujeto y el verbo en las copulativas construidas con el verbo ser. Algunos de ellos<br />

pueden atribuirse a la presencia de complementos partitivos tácitos. Así, la forma<br />

eran que aparece en Apenas se leía el título sobre los lomos de piel. El resto eran cenizas<br />

(Ruiz Zafón, Sombra) permite suponer que sus rasgos de 3.ª persona del plural<br />

corresponden a un complemento tácito en plural del nombre cuantificativo<br />

(§ 33.4.4a), como en El resto Ø eran cenizas.<br />

33.4.5b Se observa otro tipo de discordancia en la variante en singular de los<br />

ejemplos alternantes Dos pares de zapatos {es bastante ~ son bastantes} para este<br />

viaje; Doscientos dólares {es suficiente ~ son suficientes}; Trescientas personas {es demasiado<br />

~ son demasiadas}. La variante con el verbo en singular aparece también en<br />

Tres mil dólares es demasiado dinero para un país donde hay tanta gente pobre (Hoy<br />

[Chile] 7/12/1983). La opción que lo presenta en plural se muestra en Sesenta libras<br />

esterlinas son mucho dinero para sacarlo así (Gallegos, Canaima). Se ha atribuido<br />

la discordancia a la posible interpretación proposicional del sujeto, como si se<br />

dijera llevar dos pares de zapatos, pagar doscientos dólares, invitar a trescientas personas,<br />

etc. Otra explicación posible sería considerar que los grupos cuantitativos<br />

que funcionan como sujeto en esas oraciones se interpretan como ‘el número x’, ‘la<br />

cantidad x’ o una paráfrasis cuantitativa similar que llevaría al verbo a concordar en<br />

singular. Este análisis es aplicable sobre todo a los casos en los que el predicado<br />

contiene adjetivos en masculino, como en Cuatro mil dólares es demasiado por este<br />

auto.<br />

33.4.5c Se interpretan como copulativas inversas (§ 37.3.2) las oraciones contenidas<br />

en los ejemplos siguientes, en las que el verbo concuerda en número y persona<br />

con el segundo miembro:<br />

El problema eran las moscas (Vallejo­Nágera, Yo); Creen que la causa son los vertidos<br />

incontrolados en el río (Mundo [Esp.] 20/6/1996); El asesino eres tú (Nieva, Señora); Acá<br />

el patrón soy yo, carajo (Bayly, Días).<br />

Así, en la primera oración se predica de las moscas el constituir cierto problema que<br />

se ha presentado en el discurso precedente. En los dos últimos ejemplos, esa posición<br />

está ocupada por pronombres personales. Como estas unidades no son atributos,<br />

el elemento pospuesto en tales oraciones es el sujeto. La concordancia no es<br />

potestativa en tales casos (*El problema es tú).<br />

33.4.5d Más complejo resulta descartar que exista concordancia con el atributo<br />

en oraciones como Todos los encamisados era gente medrosa (Cervantes, Quijote I), en<br />

la que gente medrosa denota un grupo de individuos caracterizado por una propiedad<br />

que se atribuye a ciertas personas encamisadas. La concordancia del verbo con

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