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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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frecuentaban los atrios del sagrado edificio (Lucas 2:37), y la contribución que hicieron de sus espejos, como el corte<br />

del pelo de los nazareos, era su renunciación del mundo por un tiempo. (Hengstenberg.) 9. el atrio—Ocupaba un<br />

espacio de ciento cincuenta pies por setenta y cinco (como 45 metros 70 centímetros por 22 metros 85 centímetros), y<br />

estaba encerrado por cortinas de lino fino de 2 metros 20 centímetros de alto, suspendidas de pilares de bronce o<br />

bronceados. Estas cortinas estaban aseguradas por varas fijadas arriba, y se conservaban extendidas por estar sujetas a<br />

clavos metidos en la tierra. 10. molduras—(nuestra versión da “molduras”; más correctamente, “ganchos”, según<br />

comentario del autor. (Nota del Trad.) Los ganchos de los pilares del atrio para colgar los cuerpos de los animales<br />

sacrificados; los de los pilares de la entrada para colgar los mantos sacerdotales y otras cosas usadas en el servicio. 11.<br />

basas de metal—cotanas o muescas en donde se encajaba el cabo del pilar. 17. capiteles—listones de madera, que se<br />

extendían sobre las puntas de los pilares, en donde se metían los ganchos para colgar. 18. la altura en el ancho—o en<br />

la medida. El sentido es que las colgaduras del portón del atrio, que era de veinte codos de ancho, eran de la misma<br />

altura que las colgaduras al rededor del atrio. (Wall.) 21. Estas son las cuentas del tabernáculo—Habiendo terminado<br />

la descripción de las partes componentes del tabernáculo, el historiador inspirado hace una disgresión para dar un<br />

informe respecto al oro y plata empleados en él, siendo hecho el cómputo según la orden de Moisés, por los levitas<br />

bajo la dirección de Ithamar, el hijo menor de Aarón. 24. veintinueve talentos, y setecientos y treinta siclos—el<br />

equivalente de 150.000 libras esterlinas. 25. la plata de los contados—603.550 hombres a razón de medio siclo cada<br />

uno contribuirían con 301.775 siclos, o sea 35.207 libras esterlinas. Podrá parecer difícil imaginar cómo los israelitas<br />

podrían estar poseídos de tanta riqueza en el desierto; pero debería recordarse que fueron enriquecidos en primer<br />

término por los despojos de los egipcios, y más tarde por los de los amalecitas. Además, es muy probable que durante<br />

su estada en el desierto hayan traficado con las naciones vecinas que lindaban con el desierto.<br />

CAPITULO 39<br />

Vers. 1–43. VESTIDURAS <strong>DE</strong> LOS SACERDOTES. 1. las vestimentas del ministerio—trajes oficiales. El efod del<br />

sumo sacerdote, el manto del efod, el cinto obra de tejido y el saco bordado eran todos de lino [PAG. 93] fino; porque<br />

en material menos delicado no habrían podido ser reproducidas figuras simbólicas tan elaboradas, y todas<br />

hermoseadas con los mismos colores brillantes. (Véase cap. 28). 3. cortaron (el oro) en hilos para tejerlos—o sea, el<br />

metal era batido con martillo para formar planchas, cortado con tijeras u otro instrumento en tiras largas y luego<br />

convertidas en hilos. “Telas de tejido áureo no son raras en los monumentos, y muestras de ellas han sido halladas<br />

enrolladas alrededor de las momias; pero no es fácil decidir si el hilo de oro era entretejido, o después insertado por el<br />

bordador”. (Taylor.) 30. escribieron en ella de grabadura de sello—El anillo del sello llevado por los egipcios<br />

antiguos y modernos en el dedo meñique de la mano derecha, contenía, inscrito en una cornalina u otra piedra<br />

preciosa, junto con el nombre del dueño, un sentimiento religioso o símbolo sagrado, que daba a entender que él era<br />

siervo de Dios, o era expresivo de fe en él. Era a esta costumbre a la que la inscripción sobre el sumo sacerdote aludía<br />

(comp. Josué cap. 3:33). 34. la cubierta de pieles rojas de carneros—(Véase cap. 25:7). Era probablemente morroquí<br />

rojo, y “pieles de tejones”, más bien “pieles del tahash, que se supone era el “dugong” o delfín del Mar Rojo, la piel del<br />

cual todavía es usada por los árabes bajo el mismo nombre”. (Goss.) 43. vió Moisés toda la obra, y he aquí que la<br />

habían hecho como Jehová había mandado—Una inspección formal fué hecha al terminarse la obra del tabernáculo,<br />

no sólo con miras de hacer transferir la obra del cuidado de los obreros, sino para averiguar si correspondía con “el<br />

modelo”. El resultado de un examen cuidadoso y detallado mostró que cada tabla, cortina, altar, vaso, habían sido lo<br />

más exactamente posible, hechos de la forma y en el lugar designados por el Arquitecto divino; y Moisés al aceptarlo<br />

de la mano de ellos, dió gracias a Dios por ellos, y pidió la bendición de Dios sobre ellos.<br />

CAPITULO 40<br />

Vers. 1–38. EL TABERNACULO LEVANTADO Y UNGIDO. 2. en el primer día del mes primero—De una<br />

consideración cuidadosa de los incidentes relatados como acontecidos después del éxodo (cap. 12:2; 13:4; 19:1; 20:18;<br />

34:28, etc.), se ha calculado que el trabajo del tabernáculo fué empezado dentro de seis meses después de aquella<br />

emigración; y por consiguiente, que otros seis meses habían sido ocupados en construirlo. Tan largo período gastado<br />

en preparar los materiales de un pabellón movible, sería difícil entender, si no fuera por lo que se nos dice de las<br />

vastas dimensiones del tabernáculo, como también de la inmensa variedad de trabajo curioso y elaborado que<br />

requerían sus diferentes artículos de moblaje. el tabernáculo—el edificio entero. tabernáculo del testimonio—el<br />

original dice: “tienda del testimonio”—la cubierta sobre el tabernáculo (v. 19). 15. los ungirás como ungiste a sus<br />

padres—Se hizo uso del óleo sagrado, pero no parece que la ceremonia fuera ejecutada exactamente de la misma<br />

manera; porque aunque el aceite de la unción fué rociado sobre las vestimentas de Aarón y sus hijos (cap. 29:21;

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