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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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sido imitada frecuentemente en la historia antigua y moderna de Oriente. 8. Ponedlas en dos montones a la entrada<br />

de la puerta—La exhibición de las cabezas de enemigos es considerada siempre un trofeo glorioso. A veces un<br />

montón de cabezas se levanta a la puerta del palacio; y una cabeza de apariencia llamativa se elige para adornar la<br />

cumbre de la pirámide. 9. dijo a todo el pueblo: Vosotros sois justos, etc.—Un gran concurso de gente se reunió para<br />

mirar este espectáculo novedoso y lúgubre. El discurso que Jehú dirigió a los espectadores fué astutamente ideado<br />

para impresionar sus mentes con la idea de que esa matanza al por mayor, hecha sin su orden y consentimiento era el<br />

resultado secreto de los juicios divinos pronunciados contra la casa de Acab; y el efecto del discurso fué el de preparar<br />

la mente del público para oír, sin horror, de una similar tragedia repugnante, que pronto sería llevada a cabo, es decir,<br />

la extinción de todos los amigos que apoyaban la influencia de la dinastía de Acab, inclusive los de la casa real de<br />

Judá. 13. Somos hermanos de Ochozías—es decir, no hermanos cabales, sino medios hermanos, hijos de Joram y de<br />

varias concubinas. Ignorantes de la revolución que se había efectuado, ellos viajaban a Samaria para hacer una visita a<br />

sus parientes reales de Israel, cuando fueron aprehendidos y muertos, por el temor de que ellos probablemente<br />

pudiesen estimular y fortalecer el partido que todavía quedaba fiel a la dinastía de Acab. hijos de la reina—la reina<br />

madre, o “regenta”, Jezabel. 15–18. Jonadab hijo de Rechab—(Véase 1 Crónicas 2:55). Persona quien, por su piedad y<br />

su sencilla manera primitiva de vida (Jeremías 35), era altamente estimada, y poseía grande influencia en el país. En<br />

un momento Jehú vió la ventaja de que ganaría su causa por la amistad y el apoyo de este hombre venerable a los ojos<br />

del pueblo, y por esto le tributó la distinguida atención de invitarlo a tomar asiento en su carro. dame la mano—No<br />

simplemente para ayudarle a subir al carro, sino por un propósito mucho más significativo e importante, pues el dar,<br />

o más bien, unir las manos, era el modo reconocido de ratificar un convenio, como también de testificar lealtad a un<br />

soberano nuevo; pues, se dice: “El (Jonadab) dióle (a Jehú) la mano”.<br />

18–29. <strong>DE</strong>STRUYE A LOS ADORADORES <strong>DE</strong> BAAL. 19. Llamadme pues luego a todos los profetas de Baal—<br />

Los devotos de Baal aquí están clasificados bajo los títulos de profetas, sacerdotes y siervos, o adoradores en general.<br />

Fácilmente podrían reunirse en un templo espacioso, pues su número había sido grandemente reducido por la<br />

influencia del ministerio de Elías y Eliseo, y también por la negligencia y abandono del culto por el rey Joram. El<br />

decreto por Jehú de un sacrificio solemne en honor de Baal, y el llamamiento a todos los adoradores a participar en su<br />

celebración, fué una sagaz trama que él había dispuesto para la extinción de ellos, una medida en perfecta armonía<br />

con la ley mosaica, y digna de un rey constitucional de Israel. Fué hecho, sin embargo, no por motivos religiosos sino<br />

puramente políticos, porque él creía que la existencia y los intereses de los baalitas estaban inseparablemente ligados<br />

con la dinastía de Acab, y porque él esperaba que por el exterminio de ellos, aseguraría la amistad de un partido<br />

mucho más grande y de mayor influencia, que adoraban al Dios de Israel. El apoyo de Jonadab habría sido dado en la<br />

creencia de que Jehú era movido sólo por los principios más elevados de piedad y celo. 22. Saca vestiduras para todos<br />

los siervos de Baal—Los sacerdotes de Baal estaban vestidos probablemente con togas de “byssus” blanco (lino fino<br />

de Egipto), mientras estaban ocupados en las funciones de su oficio, y estas ropas estaban guardadas bajo el cuidado<br />

de un oficial en un guardarropa del templo de Baal. Esta masacre traicionera, y los medios usados para llevarla a cabo,<br />

son semejantes a la matanza de los genízaros y otras terribles tragedias de la historia moderna de Oriente. 29. Con<br />

todo eso Jehú no se apartó de los pecados de Jeroboam—Jehú no tenía miras de llevar su celo por el Señor más allá<br />

de cierto punto, y como consideraba imprudente alentar a sus súbditos a ir hasta Jerusalem, restableció el culto<br />

simbólico de los becerros.<br />

CAPITULO 11<br />

Vers. 1–3. JOAS SALVADO <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> MATANZA <strong>DE</strong> ATALIA. 1. Athalía (véase 2 Crónicas 22:2). Ella tenía gran<br />

influencia sobre su hijo Ococías, quien, por los consejos de ella, había dominado el espíritu de Acab. destruyó toda la<br />

simiente real—todos los relacionados con la familia real quienes podrían presentar título al trono, y que habían<br />

escapado de las manos homicidas de Jehú (2 Crónicas 21:2–4; 22:1; cap. 10:13, 14). Ella fué movida a perpetrar esta<br />

matanza, en parte por una resolución de no dejar que la familia de David sobreviviera a la suya; en parte como<br />

medida de defensa propia para asegurarse contra la violencia de Jehú, quien estaba empeñado en destruir toda la<br />

posteridad de Acab, a la cual ella pertenecía (cap. 8:18–26); pero especialmente por ambición personal de reinar, y el<br />

deseo de establecer el culto a Baal. Tal fué el triste fruto de la alianza desigual entre el hijo del piadoso Josafat y una<br />

hija de la casa idólatra y malvada de Acab. 2. Josaba—o, Josabeth (2 Crónicas 22:11). hija del rey Joram—no de Atalía,<br />

sino de una esposa secundaria. sacólo furtivamente de entre los hijos del rey, que se mataban—o de entre los<br />

cadáveres, creyéndose que estaba muerto, o del lugar de los niños del palacio. ocultólo … en la cámara de las<br />

camas—Para el uso de los sacerdotes, que estaba en alguna parte del templo (v. 3), y de la cual sólo Joiada y su esposa<br />

estaban encargados. Lo que se llama cámara de las camas en Oriente, no es la clase de departamento que nosotros

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