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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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tabernáculos, que era un recuerdo de que habían vivido en cabañas en el desierto, y que era observada “a la salida del<br />

año”, o mes séptimo (cap. 12:2). A todos los varones les era mandado concurrir al tabernáculo, y más tarde al templo,<br />

y las mujeres también iban frecuentemente. La institución de esta costumbre nacional era de la más grande<br />

importancia en muchas maneras; porque mantenía un sentimiento nacional de religión y una uniformidad pública en<br />

el culto; creaba un vínculo de unidad, y también promovía el comercio interior entre el pueblo. Aunque la ausencia de<br />

todos los varones durante estas fiestas dejaba indefenso al país, fué dada una promesa especial de la protección<br />

divina, y ninguna incursión de enemigos fué jamás permitida en tales ocasiones. 19. No guisarás el cabrito con la<br />

leche de su madre—Una prohibición contra la imitación de los ritos supersticiosos de los idólatras de Egipto, quienes,<br />

al fin de la cosecha, hervían un cabrito en la leche de su madre, y luego esparcían el caldo como un hechizo mágico<br />

sobre sus jardines y campos, para hacerlos más productivos en la próxima estación 20–25. He aquí yo envío el Angel<br />

delante de ti para que te guarde en el camino—La comunicación de estas leyes a Moisés y por él repetidas al pueblo,<br />

fué concluída con la adición de muchas promesas animadoras, entremezcladas con varias advertencias solemnes de<br />

que las caídas en el pecado y la idolatría no serían toleradas ni pasadas con impunidad. mi nombre está en él—Este<br />

ángel se llamaba frecuentemente Jehová o Elohim, o sea, Dios. 28. Yo enviaré la avispa delante de ti, etc.—(Josué<br />

24:12).—Algún instrumento de juicio divino, pero interpretado de maneras diferentes, como avispones. (Bochart.)<br />

Como una enfermedad pestilencial. (Rosenmuller.) Como un terror del Señor, un abatimiento de espíritu<br />

extraordinario. (Junio.) 29, 30. No los echaré de delante de ti en un año, porque no quede la tierra desierta—Muchas<br />

razones recomendaban una extirpación gradual de los antiguos habitantes de Canaán. Pero aquí se especifica una<br />

sola: el peligro de que en los terrenos desocupados se multiplicasen de manera inconveniente los animales salvajes:<br />

una prueba de que la tierra prometida era más que suficiente para contener la población efectiva de las israelitas.<br />

CAPITULO 24<br />

Vers. 1–18. <strong>LA</strong> ENTREGA <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> LEY Y EL PACTO. 3. Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de<br />

Jehová—La repetición de las leyes anteriores y los diez mandamientos, junto con las promesas de bendiciones en caso<br />

de su obediencia, habiendo hecho salir del pueblo una declaración unánime de su consentimiento, fué<br />

inmediatamente registrada e igualmente las condiciones del pacto nacional. El día siguiente se hicieron los<br />

preparativos para hacerlas ratificar, mediante la edificación de un altar y doce columnas, que representaran el altar a<br />

Dios y las columnas, las doce tribus ‐las dos partes en este solemne compromiso‐ mientras que Moisés actuaba como<br />

mediador típico. 5. mancebos—sacerdotes (cap. 19:22), probablemente los hijos mayores de ciertas familias, quienes<br />

actuaban bajo la dirección de Moisés. becerros—otros animales, aunque no son mencionados, eran ofrecidos en<br />

sacrificio (Hebreos 9:18–20). 6. Moisés tomó la mitad de la sangre … esparció—introductoria a esto fué la lectura<br />

pública de la ley, y la aceptación renovada de las condiciones por el pueblo; y luego la aspersión de la sangre fué la<br />

señal de ratificación solemne, la mitad sobre cada una de las partes en la transacción. 8. Moisés tomó la sangre, y<br />

roció sobre el pueblo—probablemente sobre las doce columnas como representantes del pueblo (también el libro,<br />

Hebreos 9:19), y el acto fué acompañado por una proclamación pública de su sentido. Fué la colocación de su sello al<br />

pacto (comp. 1 Corintios 11:25). Ha de haber sido una escena profundamente impresionante, como también<br />

instructiva, porque ella enseñó a los israellitas que el pacto con ellos fué hecho sólo por medio de la aspersión de la<br />

sangre; que la aceptación de ellos y sus servicios por Dios fué sólo por la virtud de un sacrificio expiatorio, y que aun<br />

las bendiciones del pacto nacional fueron prometidas y aseguradas para ellos sólo por gracia. La ceremonia, sin<br />

embargo, tenía un significado adicional y superior, como está indicado por el apóstol (véase más arriba). 9. subieron<br />

Moisés y Aarón—En obediencia al mandato dado (v. 1, 2; también 19:24), previo al acto religioso del pueblo, ya<br />

relatado. Nadab y Abiú—los dos hijos mayores de Aarón. setenta de los ancianos—un número escogido; qué fuese el<br />

principio de la selección no se dice; pero eran los representantes principales, los más conspicuos por su rango oficial y<br />

estado, como también por su probidad y la gravedad del carácter en sus tribus respectivas. 10. vieron al Dios de<br />

Israel—Que no había forma o representación visible de la divinidad, tenemos una declaración esplícita<br />

(Deuteronomio 4:15). Pero un símbolo o emblema de su golria fué manifestado distintamente y a cierta distancia para<br />

aquellos testigos escogidos. Pero muchos creen, sin embargo, que en esta escena privada fué descubierta, entre la<br />

llama brillante, la forma indistinta, velada, de la humanidad de Cristo (Ezequiel 1:26; comp. Gálatas 3:24). zafiro—una<br />

de las más estimadas y brillantes de las piedras preciosas, de azul celeste, y frecuentemente escogido para describir el<br />

trono de Dios (véase Ezequiel 1:26; 10:1). 11. no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel—Los<br />

“príncipes” o “nobles”, o sea, los ancianos, después de la aspersión de la sangre, no fueron llenos de terror en<br />

presencia del símbolo tranquilo, benigno y radiante de la majestad divina, muy distinto de las exhibiciones terríficas<br />

en la dación de la ley. El informe de tantos testigos competentes tendería a confirmar la fe del pueblo en la misión<br />

divina de Moisés. comieron y bebieron—se regalaban comiendo de la ofrenda pacífica, de los restos de los [PAG. 82]

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