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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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229<br />

22–26. ALGUNOS CANANEOS FUERON <strong>DE</strong>JADOS. 22, 23. la casa de José—es decir, la tribu de Efraim, como<br />

distinguida de la de Manasés (v. 27). 24. los que espiaban, dijéronle: Muéstranos la entrada de la ciudad—es decir,<br />

las avenidas de la ciudad, y la parte más débil de las murallas. haremos contigo misericordia—Los israelitas podían<br />

usar estos medios para lograr la posesión de un lugar que les era divinamente prometido: podían prometer vida y<br />

recompensas a este hombre, aunque él y todos los cananeos estaban condenados a la destrucción (Josué 2:12–14); pero<br />

podemos suponer que la promesa quedaba suspendida en caso de que abrazara la verdadera religión o saliera del<br />

país, como él lo hizo. Si ellos lo hubieran visto firmemente opuesto a cualquiera de estas alternativas, no le habrían<br />

constreñido por promesas sino por amenaza, a que traicionase a sus compatriotas. Pero si le hallasen dispuesto a ser<br />

servicial y a ayudar a los invasores en la ejecución de la voluntad de Dios, podrían prometer perdonarle. 26. Luz—<br />

(Véase Génesis 12:8; 28:19). 27–36. El mismo curso de avasallamiento se seguía en las otras tribus, parcialmente y con<br />

éxitos variados. Muchos de los nativos, sin duda, durante el proceso de esta guerra de exterminio, se salvaron<br />

huyendo, y llegaron a ser, como se supone, los primeros colonos de Grecia, Italia y otros países. Pero un porcentaje<br />

grande se resistió tenazmente, y retuvo la posesión de sus antiguas estancias en Canaán. En otros casos, cuando los<br />

nativos eran vencidos, la avaricia de los israelitas los inducía a perdonar a los idólatras, contrariamente al expreso<br />

mandato de Dios; y su desobediencia a las órdenes divinas en este asunto los envolvía en muchas dificultades que<br />

describe este libro.<br />

CAPITULO 2<br />

Vers. 1–10. UN ANGEL RESPON<strong>DE</strong> AL PUEBLO EN BOQUIM. 1. El ángel de Jehová subió de Gilgal a<br />

Bochim—Nos inclinamos a creer, por el tono autoritario de su lenguaje, que era el Angel del Pacto (Exodo 23:20; Josué<br />

5:14); el mismo que apareció en forma humana y se anunció como el capitán del ejército del Señor. Su venida desde<br />

Gilgal tuvo un significado peculiar, porque allí los israelitas hicieron una solemne dedicación de sus personas a Dios,<br />

al entrar en la tierra prometida; y el recuerdo de aquel compromiso religioso, que despertó la llegada del ángel desde<br />

Gilgal, dió fuerza enfática a su reprensión por la apostasía de ellos. Boquim, “los llorones”, era el nombre dado en<br />

referencia a este incidente o lugar, que estaba cerca de Silo. dije: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros … 2. mas<br />

vosotros no habéis atendido a mi voz—La substancia de la reprensión fué que Dios guardaría inviolable su promesa,<br />

pero que ellos por sus notorias y repetidas violaciones del pacto con él, perdían todo derecho a los beneficios<br />

estipulados. Como ellos habían desobedecido la voluntad de Dios, al buscar la sociedad de idólatras y exponiéndose a<br />

las tentaciones, él los dejaría para sufrir las consecuencias de sus malas acciones. 4, 5. Como el ángel de Jehová habló<br />

estas palabras, el pueblo lloró en alta voz—La reconvención del ángel hizo una impresión profunda y dolorosa. Sin<br />

embargo, su reforma fué sólo temporal, y la grata promesa de avivamiento que esta escena ofrecía, muy pronto fué<br />

arruinada por intensas recaídas en los pecados de apostasía e idolatría. 6–10. ya Josué había despedido al pueblo—<br />

Este pasaje es una repetición de Josué 24:29–31, y fué insertado aquí para hacer saber al lector los motivos de la<br />

reprensión tan fuerte y severa del ángel de Jehová. Durante la vida de los primeros ocupantes, los que retenían el<br />

recuerdo vivo de todos los milagros y juicios divinos que habían visto en Egipto y en el desierto, el carácter nacional<br />

era muy elevado en cuanto a la fe y piedad. Pero con el tiempo una nueva generación se levantó, cuyos componentes<br />

eran ajenos a todas las experiencias santas y solemnes de sus padres, y se entregaron muy fácilmente a las influencias<br />

corruptoras de la idolatría que los rodeaba.<br />

[PAG. 202] 11–19. MALDAD <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> NUEVA GENERACION <strong>DE</strong>SPUES <strong>DE</strong> JOSUE. los hijos de Israel hicieron lo<br />

malo en ojos de Jehová—Este capítulo, con los ocho primeros versículos del siguiente, contiene un resumen breve<br />

pero comprensivo de los principios desarrollados en la historia siguiente, y una consideración atenta de estos<br />

principios, por lo tanto, es de gran importancia para un entendimiento correcto de las extrañas y variadas fases de la<br />

historia israelita, desde la muerte de Josué hasta el establecimiento de la monarquía. sirvieron a los Baales—Se usa el<br />

plural para incluir a todos los dioses del país. 13. Astaroth—También es una palabra en plural, que denota todas las<br />

divinidades femeninas, cuyos ritos se celebran con las impurezas más groseras y repugnantes. 14. el furor de Jehová<br />

se encendió contra Israel, el cual los entregó en manos de robadores—Muchas calamidades en rápida sucesión<br />

cayeron sobre ellos. Pero todas estas adversidades fueron enviadas sólo como castigos, como medio de disciplina<br />

correctiva, por el cual Dios hizo que su pueblo viera sus errores y se arrepintiera de ellos: y como el pueblo volvió a la<br />

fe y a la alianza. Dios “suscitó jueces” (v. 16). que los librasen de mano de los que los despojaban—Los jueces que<br />

gobernaban Israel, eran estrictamente los vicegerentes de Dios en el gobierno del pueblo, siendo él el gobernador<br />

supremo. Los que fueron elevados, retenían la dignidad mientras vivían; pero nunca hubo una sucesión de jueces<br />

regular e ininterrumpida. Individuos, movidos por un impulso interno e irresistible del Espíritu de Dios, al ver el<br />

estado deprimido del país, eran animados a conseguir su liberación. Esta impresión interior generalmente venía

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