11.05.2013 Views

COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

141<br />

Pero podría considerarse una dedicación adicional, siendo aquéllas las primeras que eran hechas a favor de personas<br />

y tribus especiales. Ofrecerán su ofrenda, un príncipe un día, etc.—Los príncipes orientales antiguamente solían,<br />

como todavía hacen en Persia en ciertas fiestas anuales, sentarse en sus tronos con gran pompa, cuando príncipes y<br />

nobles, de todas partes de sus dominios, aparecían ante ellos con sus presentes tributarios, que formaban gran parte<br />

de sus rentas reales. Y en la presentación de todos los obsequios y presentes a grandes personajes, cada artículo es<br />

presentado por sí solo y con despliegue ostentoso. Siendo el tabernáculo el palacio de su gran Rey, como también el<br />

santuario de su Dios, los príncipes de Israel pueden verse, en la ocasión mencionada, presentando sus ofrendas<br />

tributarias, y de la misma manera detallada de acuerdo con las usanzas inmemoriales de Oriente. Un día fué señalado<br />

para cada uno, tanto para la imponente solemnidad y el esplendor de la ocasión, como para evitar desorden y priesa;<br />

y ha de observarse que la preferencia estaba de acuerdo no con la prioridad de nacimiento, sino el rango y dignidad<br />

así como estaban colocados en el campamento, empezándose en el este, procediendo al sur, entonces al oeste, y<br />

terminando con el norte, según el curso del sol. 12–17. El que ofreció su ofrenda el primer día fué Naasón … de la<br />

tribu de Judá, etc.—Como la precedencia había sido asignada a Judá, el príncipe o cabeza de aquella tribu fué<br />

admitido primero para ofrecer como el representante de la tribu; y su ofrenda, como también las de los demás, se cree,<br />

por lo costoso, que fué provista no por sus medios privados, sino por las contribuciones generales de cada tribu.<br />

Algunas partes de la ofrenda, como los animales para el sacrificio, eran para el servicio ritual del día, siendo mucho<br />

más numerosas las ofrendas pacíficas, pues los príncipes y algunos del pueblo, se unían con los sacerdotes después,<br />

en celebración de la ocasión, con regocijo festivo. De este modo la fiesta de dedicación más tarde vino a ser una fiesta<br />

de aniversario. Otras partes de la ofrenda eran destinadas para uso permanente, como utensilios necesarios en el<br />

servicio del santuario, así como un plato y una taza inmensos (Exodo 25:29), que, siendo de plata, habían de ser<br />

empleados junto al altar de los holocaustos, o en el atrio, no en el lugar santo, pues todo su moblaje era de oro macizo<br />

o enchapado; y una cuchara de oro, cuyo contenido demuestra que su destino había sido el altar del incienso. La<br />

palabra traducida “cuchara” quiere decir una taza chueca, en la forma de una mano, con la cual los sacerdotes en<br />

ocasiones ordinarias podían levantar una cantidad de incienso de la caja para tirarla sobre el fuego del altar, o en los<br />

incensarios; pero en la ceremonia de la expiación anual no se permitía ningún instrumento más que la mano del<br />

sacerdote (Levítico 16:12). 18. El segundo día ofreció Natanael … príncipe de Issachar—Como esta tribu estaba<br />

ubicada a la mano derecha de Judá ofreció después por su representante; luego Zabulón, que estaba al lado izquierdo;<br />

y así después en sucesión ordenada, cada tribu haciendo la misma clase de ofrenda y en la misma cantidad, para<br />

mostrar, que, como cada uno estaba bajo la misma obligación, cada uno rendía el mismo tributo. Aunque cada<br />

ofrenda era igual en cantidad como en calidad, se da noticia por separado de cada una, porque un día especial fué<br />

señalado para la presentación, para que igual honor fuese conferido sobre cada uno y que ninguno apareciese<br />

descuidado ni despreciado. Y como los libros sagrados eran leídos en público, la posteridad, en cada época sucesiva,<br />

sentiría un interés más vivo en el culto nacional, debido al reconocimiento permanente de las ofrendas hechas por los<br />

ascendientes de las respectivas tribus. Pero mientras que esto lo hacian en un sentido, como súbditos que pagaban<br />

tributo a su rey, era en otro sentido puramente un acto religioso. Los vasos ofrecidos eran para el uso sacrificial, y los<br />

animales traídos eran limpios y aptos para el sacrificio, significando ambos simbólicamente, que mientras Dios había<br />

de habitar entre ellos como su Soberano, ellos eran un [PAG. 128] pueblo santo, que por esta ofrenda se dedicaba a<br />

Dios. 48. El séptimo día—Algunos se han sorprendido de que este trabajo de presentación fuera continuado en día<br />

sábado. Pero suponiéndose que el día séptimo mencionado fuera un sábado (lo que no es seguro), el trabajo era de un<br />

carácter directamente religioso, y estaba perfectamente de acuerdo con los propósitos del día sagrado. 84–88. Esta fué<br />

la dedicación del altar—El historiador inspirado aquí hace la suma de los artículos detallados en el relato anterior, y<br />

el total es como sigue: 121 fuentes de plata, pesando cada uno 130 siclos=1560 siclos; 12 tazones de plata, de 70<br />

siclos=840 siclos. El valor total de estos utensilios sería como 383 libras esterlinas. Las 12 cucharas de oro, valdrían<br />

como 320 libras, lo que sumado al valor de la plata, sería 703 libras. Además estas ofrendas incluían 12 bueyes, 12<br />

carneros, 12 corderos, 24 cabras, 60 carneros, 60 machos de cabrío, 60 corderos—por todo 240 animales. Tan grande<br />

colección de ganado ofrecida para el sacrificio en una sola ocasión, da prueba de los numerosos rebaños de los<br />

israelitas y de la abundancia de pasto que había entonces, y que todavía hay, en los valles, entre las montañas de<br />

Sinaí. Todos los viajeros atestiguan el abundante verdor de aquellos wadys extensos, y que eran igualmente ricos o<br />

más ricos antiguamente que ahora, se confirma por los numerosos rebaños de los amalecitas, como también por los de<br />

Nabal, que se alimentaban en el desierto de Parán (1 Samuel 15:9). 89. Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo del<br />

testimonio para hablar con él—Como el rey da audiencia privada a su ministro, así licencia especial era concedida a<br />

Moisés, quien, aunque no era sacerdote, era admitido al santuario para recibir instrucciones de su Rey celestial, según<br />

exigían las circunstancias. oía la voz que le hablaba—Aunque estaba del lado de fuera del velo, la podía oir<br />

distintamente, y la mención de esta circunstancia es importante como el cumplimiento, en ocasión de la dedicación<br />

del tabernáculo, de una promesa especial hecha por el Señor Cristo mismo, el ángel del Pacto, al ordenar la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!