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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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electricidad del cuerpo; en climas cálidos, produce fiebres malignas, [PAG. 112] y agota las fuerzas, y cuando pasando<br />

desde el cuerpo, se encuentra con el aire caliente, inflama y escorea como una ampolla”. (Whitlaw.) 23–25. tres años os<br />

será incircunciso … su fruto no se comerá—“La sabiduría de esta ley es sorprendente. Todo jardinero nos enseñará a<br />

no dejar que las plantas produzcan fruto en sus primeros años, sino a quitar las flores: y la razón es ésta: Que crecerán<br />

mejor, y llevarán más fruto más tarde. La misma expresión, “os será incircunciso” sugiere la conveniencia de quitar<br />

las flores. No digo que sean cortadas, porque es generalmente la mano y no el cuchillo la que se emplea en esta<br />

operación”. (Michaelis.) 26. No comeréis cosa alguna con sangre—(Véase cap. 17:10). No seréis agoreros, ni<br />

adivinaréis—La primera frase se refiere a adivinación por serpientes, una de las formas más antiguas de<br />

encantamiento, y la otra quiere decir la observación, literalmente, de nubes, porque el estudio de la apariencia y<br />

movimientos de las nubes, era una manera común de predecir la fortuna buena o mala. Tales supersticiones absurdas<br />

y muy arraigadas, frecuentemente detenían el curso de transacciones serias e importantes, pero fueron prohibidas<br />

especialmente porque revelaban una falta de fe en la existencia de Dios, y falta de confianza en su providencia. 27. No<br />

cortaréis en redondo las extremidades de vuestras cabezas, etc.—Parece probable que esta moda había sido<br />

aprendida por los israelitas en Egipto, porque los egipcios tenían sus guedejas negras cortaditas y afeitadas con<br />

mucha precisión, de modo que lo que quedaba parecía en forma de un círculo que rodeaba la cabeza, mientras que la<br />

barba era arreglada en forma cuadrada. Esta clase de tocado tenía un significado grandemente idolátrico; y era<br />

adoptado, con pequeñas variaciones, por casi todos los idólatras en tiempos antiguos. (Jeremías 9:25, 26; 25:23, donde<br />

“en el postrer rincón” quiere decir tener los rincones del pelo cortados.) Frecuentemente se dejaba un guedeja de pelo<br />

en la parte trasera de la cabeza, estando recortado lo demás en forma de círculo, como hacen los turcos, chinos e<br />

hindúes hoy día. ni dañarás la punta de tu barba—Los egipcios solían cortar o afeitar su barba, como se puede ver en<br />

los ataúdes de momias, y las representaciones de divinidades en los monumentos. Pero a los hebreos, a fin de<br />

separarlos de las naciones vecinas, o tal vez poner fin a alguna superstición existente, les fué prohibido imitar esta<br />

práctica. Podrá parecer sorprendente que Moisés condescendiera a tales detalles como el de reglamentar la moda del<br />

pelo y la barba—asuntos que no suelen ocupar la atención de un legislador—y que parecen muy alejados de la<br />

competencia del gobierno o de la religión. Surge, pues, una fuerte presunción de que él trataba de combatir por estos<br />

reglamentos algunas prácticas supersticiosas de los egipcios. 28. no haréis rasguños en vuestra carne por un<br />

muerto—La práctica de hacer hondas incisiones en el rostro, brazos y piernas, en tiempo de luto, era universal entre<br />

los paganos, y era considerada una conveniente señal de respeto por los muertos, como también una especie de<br />

ofrenda propiciatoria a las deidades que presidían la muerte y el sepulcro. Los judíos aprendieron esta costumbre en<br />

Egipto, y aunque desarraigados de ella, recayeron en época posterior y degenerada en esta vieja superstición. (Isaías<br />

15:2; Jeremías 16:6; 41:5). ni imprimiréis en vosotros señal alguna—por tatuaje imprimiendo figuras de flores, hojas,<br />

estrellas y otros dibujos fantásticos en diferentes partes del cuerpo. La impresión era hecha a veces con hierros<br />

candentes, a veces por medio de pinturas o tintas, como lo hacen las mujeres árabes y ciertas clases de hindúes hoy<br />

día. Es probable que la propensión a adoptar tales señales en honor a algún ídolo, diera ocasión para la prohibición<br />

contenida en este versículo; y fueron sabiamente prohibidas, porque eran señales de apostasía, y, cuando se las hacían<br />

una vez, eran obstáculos insuperables para un retorno. (Véase alusiones a la práctica, Isaías 44:5; Apocalipsis 13:17;<br />

14:1). 30. Mis sábados guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia—Este precepto es repetido frecuentemente,<br />

junto con la prohibición de prácticas idolátricas, y aquí está estrechamente unido con las supersticiones prohibidas en<br />

los versículos anteriores. 31. No os volváis a los encantadores—La palabra hebrea, traducida “encantadores”,<br />

significa el vientre, y a veces una botella de cuero por su semejanza al vientre. En el sentido de este pasaje se aplicaba<br />

a los ventrílocuos, que fingían tener comunicación con el mundo invisible; y a los hebreos les fué prohibido consultar<br />

con ellos; porque las pretensiones vanas de aquellos impostores eran detractoras del honor de Dios, y subversivas de<br />

sus relaciones pactadas con él como pueblo suyo. ni a los adivinos—hombres que fingían predecir el porvenir por<br />

medio de las líneas en la palma de la mano. 33, 34. cuando el extranjero morare contigo en vuestra tierra, no le<br />

oprimiréis—Los israelitas habían de animar a los extranjeros a que se establecieran entre ellos, a fin de que fuesen<br />

traídos al conocimiento y a la adoración del verdadero Dios; y con tales miras, se les mandó que no los tratasen como<br />

a extraños, sino como a amigos, peusto que ellos mismos, que eran extranjeros en Egipto, al principio fueron recibidos<br />

bondadosa y hospitalariamente en aquel país. 37. Yo Jehová—Esta admonición solemne, por la cual estos diferentes<br />

preceptos son repetidamente sancionados, es equivalente a “Yo, vuestro Creador, vuestro Libertador de la esclavitud,<br />

y vuestro Soberano, que tengo sabiduría para establecer leyes, tengo poder también para castigar la violación de<br />

ellas”. Estaba bien adecuado para impresionar las mentes de los israelitas con un sentido de su deber y de los<br />

derechos de Dios a la obediencia.<br />

CAPITULO 20

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