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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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1011<br />

profetizar (Isaías 30:10). Así Amasías prohibió a Amós mismo (7:12, 13, 14). 13. yo os apretaré en vuestro lugar—La<br />

Versión Inglesa: “Yo estoy oprimido debajo de vosotros.” Así Calvino (véase Isaías 1:14); pero la marginal vierte en voz<br />

activa: “Yo reduciré vuestro lugar,” eso es: yo lo haré angosto: metáfora, por afligir a un pueblo; lo opuesto de engrandecer;<br />

o sea, aliviar (Salmo 4:1; Proverbios 4:12). Maurer traduce: “Yo os prensaré abajo.” y no “a vuestro lugar;” así el hebreo,<br />

Job 40:12). Amós, como era pastor, apropiadamente bosquejosas similes, o figuras, de escenas rústicas. 14. la huída<br />

perecerá del ligero—ni aun los ligeros serán capaces de escapar. el fuerte no esforzará su fuerza—eso es: no será<br />

capaz de usar su fuerza. 16. huirá desnudo—si alguno escapare, deberá ser con la pérdida del equipo, y todo lo que<br />

impediría la fuga rápida. Deberán contentarse con salvar siquiera la vida.<br />

CAPITULO 3<br />

EL EXTRAORDINARIO AMOR <strong>DE</strong> DIOS, RETRIBUIDO CON <strong>LA</strong> INGRATITUD, NECESARIAMENTE<br />

REC<strong>LA</strong>MA LOS JUICIOS, LOS QUE LOS PROFETAS ANUNCIAN, NO AL AZAR, SINO POR ENCARGO DIVINO,<br />

QUE NO PUE<strong>DE</strong>N SINO CUMPLIR. <strong>LA</strong> OPRESION PREVALECIENTE EN ISRAEL HARA <strong>DE</strong>SCEN<strong>DE</strong>R <strong>LA</strong><br />

<strong>DE</strong>STRUCCION SOBRE TODOS SALVO UN PEQUEÑO REMANENTE. 1. hijos de Israel—no simplemente las diez<br />

tribus, sino “la familia entera que subió de Egipto;” todos los descendientes de Jacob, inclusive Judá y Benjamín. Véase<br />

Jeremías 8:3, y Miqueas 2:3, sobre familia por la nación. Sin embargo, como la siguiente profecía se refiere a las diez<br />

tribus, puede ser que de ellos se trate principal si no únicamente: eran la mayoría de la nación; y así Amós concede<br />

aquello de que tantas veces se jactaban, de que eran el pueblo elegido de Dios (Calvino); pero insinúa que la jactancia<br />

no hacía sino realzar sus pecados. 2. A vosotros solamente he conocido—es decir, conocido como pueblo mío, y<br />

tratado con especial favor (Exodo 19:5; Deuteronomio 4:20). Véase el uso de “conocer,” Salmo 1:6; 144:3; Juan 10:14; 2<br />

Timoteo 2:19. por tanto visitaré—Cuanto mayores los privilegios, tanto más pesado el castigo por el abuso de los<br />

mismos; porque a las otras ofensas se añade, en este caso, la ingratitud. Cuando el pueblo de Dios no lo glorifica, él se<br />

glorifica castigándolos a ellos. 3. Aquí siguen varias preguntas de una clase parecida a parábolas, para despertar la<br />

conciencia de culpabilidad en el pueblo. ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de concierto?—¿Podrían los profetas<br />

de Dios ser tan unánimes en profetizar contra vosotros, si el Espíritu de Dios no hubiera estado junto con ellos, o si<br />

sus profecías fueran falsas? Los israelitas estaban tranquilos, no creyendo que Dios estaba con los profetas en las<br />

denuncias de la ruina que se acercaba a la nación (6:1, 3; véase 1 Reyes 22:18, 24, 27; Jeremías 43:2). Esto concuerda con<br />

los vv. 7, 8. Así “Yo seré tu boca” (Exodo 4:12; Jeremías 1:8; Mateo 10:20). Si los profetas y Dios [PAG. 886] no<br />

hubieran estado de acuerdo, los primeros no habían podido predecir el futuro como lo hacían. En el cap. 2:12, él había<br />

dicho que los israelitas prohibían a los profetas profetizar; por tanto en los vv. 3, 8, él asevera el acuerdo entre los<br />

profetas y Dios, el que hablaba por medio de ellos contra Israel. (Rosenmuller.) Más bien: Yo una vez andaba contigo,<br />

Israel (Levítico 26:12), como Padre y Esposo (Isaías 54:5; Jeremías 3:14); pero ahora vuestro camino y el mío son<br />

absolutamente distintos; por tanto no puede haber compañerismo entre nosotros tal como había antes (v. 2); yo<br />

andaré con vosotros únicamente para “castigaros;” como el león anda con su “presa” (v. 4), como un cazador de<br />

pájaros con uno de éstos. (Tarnovius.) No pueden los profetas ni todos los siervos de Dios, tener compañerismo con<br />

los impíos (Salmo 119:63; 2 Corintios 6:16, 17; Efesios 5:11; Santiago 4:4). 4. La misma idea expresada en Mateo 24:28.<br />

Donde esté una nación corrompida, allí también estarán seguramente los instrumentos de Dios para castigar. No ruge<br />

fuertemente el león, sino cuando tiene una presa a la vista. ¿Bramará el león … sin hacer presa?—El leoncillo recién<br />

destetado échase silencioso, hasta que el león adulto trae la presa cerca; entonces el olfato lo despierta. Así, el profeta<br />

no hablaría contra Israel, si Dios no le revelaba que los pecados de Israel requerían el castigo. 5. Cuando un pájaro,<br />

tratando de levantar su vuelo, es derribado a tierra por un lazo, es una prueba clara de que la red está tendida; así, oh<br />

Israel, ahora que tú estás cayendo, infiere de eso que es en la red del juicio divino donde estás atrapado. (Ludovico de<br />

Dios.) ¿alzaráse el lazo de la tierra, si no se ha prendido algo?—El pajarero no levanta de la tierra la trampa, mientras<br />

no cae alguna presa; así Dios no apartará a los asirios, etc., instrumentos de castigo, mientras que no hayan tenido<br />

contra vosotros (Israel) el éxito que él les dará. El enemigo corresponde al lazo, o trampa, que repentinamente salta<br />

del suelo y encierra al pájaro cuando éste lo toca; el hebreo dice lit.: “¿Saltará el lazo desde la tierra?” Israel atrapado<br />

en juicios corresponde al pájaro “cazado.” 6. Cuando el centinela de la ciudad da el toque de alarma, la gente corre sin<br />

falta de acá para allá alarmada (así el hebreo literalmente). No obstante, Israel no está alarmado, aunque Dios amenaza<br />

con juicios. ¿habrá algún mal en la ciudad, el cual Jahová no haya hecho?—Esta es la explicación de los símiles<br />

precedentes: Dios es el Autor de todas las calamidades que a vosotros os suceden, las cuales han sido predichas por<br />

sus profetas. El mal del pecado es de nosotros; el mal de la aflicción es de Dios, sean cuales fueren los instrumentos. 7.<br />

su secreto—o sea: su propósito escondido de todos, hasta que es revelado a sus profetas (véase Génesis 18:17). En un<br />

sentido más amplio, la voluntad divina es revelada a todos los que lo aman, la cual no se revela al mundo (Salmo<br />

25:14; Juan 15:15; 17:25, 26). a sus siervos—los cuales, siendo siervos, no pueden sino obedecer a su Señor, al hacer

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