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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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442<br />

práctica oriental y judía, de [PAG. 378] cambiar o modificar los nombres de personas por un cambio de circunstancias,<br />

sino por las alteraciones que tendrían que producirse en el curso del tiempo; conteniendo la lista en Crónicas los que<br />

vinieron con el primer destacamento de regresados, mientras que la lista en este pasaje probablemente incluía también<br />

los que regresaron con Esdras y Nehemías; o esta lista fué hecha probablemente más tarde, cuando algunos habían<br />

muerto, o algunos que habían sido inscritos como haciendo el viaje, finalmente se quedaban, y otros vinieron en su<br />

lugar. 9. prefecto—capitán o jefe. 11. príncipe de la casa de Dios—ayudante del sumo sacerdote (Números 3:32; 1<br />

Crónicas 9:11; 2 Crónicas 19:11). 16. sobrestantes de la obra exterior de la casa de Dios—es decir, aquellas cosas que<br />

se hacían afuera, o en el campo, tal como la recolección de provisiones (1 Crónicas 26:29). 17. el principal, el que<br />

empezaba las alabanzas—es decir, el director del coro que cantaba las alabanzas del sacrificio en la mañana y en la<br />

tarde. Aquel servicio era siempre acompañado por algún salmo apropiado, siendo elegida y dirigida la música<br />

sagrada por la persona nombrada. 22. los cantores los hijos de Asaf, sobre la obra de la casa de Dios—Fueron<br />

elegidos para tener cargo de la provisión de las cosas que hacían falta para el interior del templo y sus servicios,<br />

mientras que a otros era cometido el cuidado de la “obra exterior de la casa de Dios” (v. 16). Este deber muy<br />

propiamente fué encomendado a los hijos de Asaf, porque, aunque eran levitas, ellos no venían a Jerusalem por turno,<br />

como los demás ministros de religión. Siendo residentes permanentes, y empleados en deberes comparativamente<br />

livianos v fáciles, eran muy competentes para hacer frente a esta tarea. 23. había mandamiento del rey acerca de<br />

ellos—Fué el deseo del monarca persa hacer su edicto que el servicio del templo fuese reavivado en toda su plenitud<br />

y solemnidad; y como esta provisión especial para los cantores había sido por el mandato del rey, según se decía, la<br />

orden fué dada probablemente por pedido o sugestión de Esdras o Nehemías. 24. Pethahías … estaba a la mano del<br />

rey en todo negocio del pueblo—A esta persona era encargado el poder judicial, o por el interés del monarca persa, o<br />

por nombramiento de él y su deber consistía o en ajustar los casos de disputa civil, o en arreglar asuntos fiscales. 25.<br />

de los hijos de Judá habitaron en Quiriat‐arba—Toda la región en que están situadas las aldeas aquí mencionadas,<br />

había sido completamente asolada por la invasión caldea; y por esto es necesario suponer que estas aldeas habían sido<br />

reedificadas antes que “los hijos de Judá habitaran” en ellas. 36. algunos de los levitas, en los repartimientos de Judá<br />

y de Benjamín—más bien, había divisiones para los levitas, es decir, los que no residían en Jerusalem, fueron<br />

distribuídos en poblados de las provincias de Judá y Benjamín.<br />

CAPITULO 12<br />

Vers. 1–9 LOS SACERDOTES Y LEVITAS QUE VINIERON CON ZOROBABEL. 1. éstos son los sacerdotes—<br />

Según el v. 7, “los príncipes de los sacerdotes”, cabezas de las veinticuatro divisiones en que fué dividido el<br />

sacerdocio (1 Crónicas 24:1–20). Sólo cuatro de las divisiones regresaron del cautiverio (cap. 7:39–42; Esdras 2:36–39).<br />

Pero estas cuatro fueron divididas por Zorobabel o Jesuá en el número original de veinticuatro. Sólo veintidos son<br />

enumeradas aquí, y no más de veinte en los vers. 12–21. La discrepancia se debe a la circunstancia extremadamente<br />

probable de que dos de las veinticuatro divisiones ouedaron extintas en Babilonia; porque no se informa de ninguno<br />

perteneciente a ellas que haya regresado (vers. 2–5), es decir, se puede omitir a Hattus y Maadías en el registro de las<br />

familias de estas personas (v. 12), porque no tuvieron hijos varones. Sealthiel—o Salathiel. Esdras,—Esta fué persona<br />

distinta del dirigente piadoso y patriótico. Si hubiera sido la misma persona, en esta ocasión habría llegado a una edad<br />

muy avanzada, y en este caso su longevidad sin duda se debería a su eminente piedad y templanza, que son<br />

grandemente conducientes a la prolongación de la vida; pero sobre todo, se debería a la bendición especial de Dios,<br />

quien lo habría conservado y fortalecido para la consumación de la obra importante que fué llamado a emprender en<br />

aquel periodo crítico de la historia eclesiástica. 4. Abdías—Uno de los antepasados de Juan el Bautista (Lucas 1:5). 9.<br />

sus hermanos, cada cual en su ministerio—es decir, según algunos, sus sitios, o sean los lugares donde estaban al<br />

oficiar, “guardando su turno” (v. 24); o, según otros, en turnos alternados, y según el sistema de rotación.<br />

10–47. <strong>LA</strong> SUCESION <strong>DE</strong> SUMOS SACERDOTES. 10. Jesuá engendró a Joiacim, etc.—Esta enumeración fué de<br />

grande importancia, no sólo por establecer su pureza individual de descendencia, sino porque la cronología de los<br />

judíos desde ahora había de contarse no como antes por los reinados de sus reyes, sino por las sucesiones de sus<br />

sumos sacerdotes. 11. Jaddua—Muchos comentaristas piensan que esta persona era el sumo sacerdote, cuya presencia<br />

augusta, modales solemnes y ropaje espléndido intimidaron y llamaron tan poderosamente la atención del orgulloso<br />

Alejandro el Grande; y si no fuera el mismo, pues objetan algunos, que este Jaddua no ocupó el cargo sino en un<br />

período considerablemente posterior a la muerte de Nehemías posiblemente era padre de él, quien llevaba el mismo<br />

nombre. 12. Y en los días de Joiacim los sacerdotes cabezas de familias fueron—es decir, así como había sacerdotes<br />

en los días de Jesuá, así en el tiempo de Joiacim. el hijo y sucesor de Jesuá, los hijos de aquellas personas ocupaban el<br />

cargo sacerdotal en lugar de sus padres, algunos de los cuales todavía vivían, aunque muchos ya habían muerto. 23.

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