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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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temprano en la mañana, sentándose los reyes una hora o más para oír causas o recibir peticiones, en un juicio<br />

celebrado antiguamente y todavía en muchos lugares, al aire libre, en la puerta de la ciudad; de modo que, aquellos<br />

cuyas circunstancias los hacían acudir al rey David, necesitaban asistir a estas recepciones de mañana, y Absalom<br />

tenía que levantarse temprano y estar al lado del camino que conducía a la puerta. Por la creciente debilidad de su<br />

ancianidad, o las ocupaciones del gobierno en las guerras extranjeras, muchas causas privadas habían quedado sin<br />

decisión, y un profundo sentimiento de descontento prevalecía entre el pueblo. Este descontento era astutamente<br />

fomentado por Absalom, quien atendía a los demandantes, y después de oír su relato, complacía a cada uno con una<br />

opinión favorable de su causa. Ocultando cuidadosamente sus propósitos ambiciosos, expresó el deseo de ser<br />

investido con poder oficial para acelerar el curso de la justicia y adelantar los intereses públicos. Sus profesiones<br />

poseían la apariencia de una generosidad y un desinterés extraordinarios; por esto, y por sus atres aduladoras de<br />

prodigar cumplimientos a todos, se convirtió en el favorito del pueblo. Así, esforzándose en mostrar un contraste<br />

entre su propio despliegue para tratar los asuntos públicos, y el proceder lento de la corte, hizo que el pueblo<br />

considerara el gobierno de su padre como débil, descuidado y corrupto, y seducía los afectos de la multitud, la cual no<br />

se daba cuenta de los motivos ni preveía la tendencia de la conducta de Absalom. 7. al cabo de cuarenta años—Se<br />

reconoce generalmente que aquí hay un error y que en vez de “cuarenta”, debe decir “cuatro años”, de acuerdo con<br />

las Versiones Siríaca y Arábiga, y con Josefo—es decir, desde el regreso de Absalom a Jerusalem, hasta que comenzó a<br />

procurar granjearse la popularidad. (No un “error” del autor de este relato, sino error de algún copiador de los<br />

manuscritos. Nota del Trad.) mi voto que he prometido a Jehová—Hecho durante su destierro en Gessur; y el<br />

contenido del voto era, que cuando Dios le preparara el camino para su establecimiento de nuevo en Jerusalem,<br />

ofrecería un sacrificio de acción de gracias. [PAG. 258] Hebrón era el lugar elegido para el cumplimiento de este voto,<br />

ostensiblemente por ser el lugar de su nacimiento (cap. 3:3), y un famoso lugar alto, donde frecuentemente se ofrecían<br />

sacrificios antes que fuera edificado el templo; pero en realidad, por ser en muchos sentidos, el lugar más conveniente<br />

para el comienzo de su empresa sediciosa. David, quien siempre fomentaba la piedad, y deseaba ver cumplidas<br />

puntualmente las obligaciones religiosas, dió su consentimiento y bendición.<br />

10–12. FORMA UNA CONSPIRACION. 10. envió Absalom espías por todas las tribus de Israel—Estos emisarios<br />

habían de sondear la inclinación del pueblo, adelantar los intereses de Absalom, y exhortar a todos los adherentes de<br />

su partido a estar listos a congregarse bajo su estandarte cuando oyesen que él había sido proclamado rey. Como el<br />

aviso había de ser hecho por el sonido de trompetas, es probable que se había preocupado por tener trompeteros<br />

estacionados en las alturas y en los lugares convenientes, por ser éste un medio de comunicación que pronto<br />

extendería la noticia por todo el país. 11. fueron con Absalom doscientos hombres de Jerusalem por él convidados—<br />

Por su calidad, reputación y alto puesto, tales hombres darían la impresión de que el rey patrocinaba el movimiento,<br />

y, por sor viejo y debilitado, estaba deseoso de elegir a su hijo mayor y más noble para compartir con él los cuidados y<br />

honores del gobierno. 12. envió Absalom por Achitophel—quien, Absalom sabía que estaría listo to a tomar parte en<br />

la rebelión, por disgusto y venganza, como afirman algunos escritores judíos, por causa de la conducta de David con<br />

Bath‐sheba, quien era su nieta. Gilo—Cerca de Hebrón. la conjuración vino a ser grande—La accesión rápida de un<br />

lugar tras otro del reino al partido de los sublevados, demuestra que existía un descontento hondo y general con<br />

David y su gobierno. El resto de los partidarios de Saúl, el infeliz asunto de Bath‐sheba, la insolencia insoportable y<br />

los crímenes de Joab, la negligencia y la obstrucción en la administración de la justicia, eran algunas de las causas<br />

principales del éxito de este levantamiento tan extendido.<br />

13–37. DAVID HUYE <strong>DE</strong> JERUSALEM. 14. David dijo … Levantaos y huyamos—Ansioso por la preservación de<br />

la ciudad que él había hermoseado, y confiando en un apoyo mayor por todo el país, sabiamente David resolvió salir<br />

de Jerusalem. 18. todos los Getheos, seiscientos hombres—Estos formaban un cuerpo de guardias extranjeros,<br />

nativos de Gath, a quienes David, cuando estuvo en el país de los filisteos, alistó en su servicio y siempre los tenía<br />

cerca de él. Dirigiéndose a su comandante, Ittai, hizo una prueba escrutadora de su fidelidad, invitándolos (v. 19) a<br />

quedarse con el nuevo rey. 23. torrente de Cedrón—Torrente invernal que fluye entre la ciudad y el lado occidental<br />

del Monte de los Olivos. 24. Sadoc, y todos los Levitas que llevaban el arca—Conociendo los fuertes sentimientos del<br />

anciano rey, ellos trajeron el arca para que lo acompañase en su angustia. Pero como él no pudo dudar de que el arca<br />

y su sagrado oficio eximirían a los sacerdotes de los ataques de los rebeldes, los mandó atrás con ella, no sólo para que<br />

no fuesen expuestos a los peligros de las inciertas andanzas—porque parece que ponía más confianza en los símbolos<br />

de la presencia divina que en Dios mismo—sino para que, quedando en Jerusalem, pudieran rendirle mejor servicio,<br />

vigilando los movimientos del enemigo. 30. David subió la cuesta de las olivas—La misma senda por sobre aquella<br />

montaña se ha seguido siempre desde aquel día memorable. llevando la cabeza cubierta—en señal de luto. La<br />

humildad y resignación de David mostraban poderosamente su espíritu santificado, lo cual era un resultado de su

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